Vamos ahora con la primera bifurcación de este espinoso asunto: Al apodar puede existir una carga afectiva o, por el contrario ser un mote peyorativo que vincula a una persona con una desagradable circunstancia.
Como aquí somos malvados nos divertimos encarando por este último subgrupo, el de una clasificación arbitraria y conjetural peyorativa. Así es como el apodado puede a) conocer el sobrenombre y el empeño que ponga en querer quitárselo será inversamente proporcional al arraigo; o b) desconocer el mote con el que carga, mientras el boca en boca no se detiene viajando por el cosmos y como el cornudo será el último en enterarse.
Ejemplos:
Para el caso a) tenemos preparado un audiovisual en manos de los Monty Python. Arthur jamás podrá desprenderse del "Dos cobertizos". Rueda cinta por favor.
Para el b), un extracto de uno de los cuentos de fútbol de Fontanarrosa:
"[...]
—Che…—le preguntó Ricardo—… el flaco ese que se fue ¿es amigo tuyo?
—¿Qué flaco? —frunció la cara el Colifa mientras se sacaba la campera y la bufanda.
—El flaco… El “Sobrecojines”.
—Ah no… —se rió el Colifa.— Yo no lo conozco.
El hombre, el que se había ido, había tenido la desafortunada ocurrencia días atrás, en una de sus pocas intervenciones en la charla, de decir que manejar el último modelo de Renault era sentirse como “sobre cojines”. Se habían hecho todos los pelotudos pero la cosa quedó registrada.
[...]
Otra cosa había sido lo del polo. Vaya a saber cómo salió la conversación sobre polo, quizás por una joda, quizás por alguna película, lo cierto es que el hombre, por primera vez se metió en serio, lideró la charla, habló de los Harriott, de los Dorignac, de handicaps y de poniers con una exactitud sobria y una información sólida. Y al final, cuando ya la charla había derivado inopinadamente hacia el automovilismo, la cagó con lo de “sobre cojines” que se encendió como una luz equívoca y sospechosa en los radares de todos.
[...] "
Ejemplos de estos subgrupos abundan. Los escucho...
Podría plantearse si es necesario que el receptor sea consciente del apodo, para que este sea válido como tal. Si el ser ignorado por quien tendría que soportarlo, por ser puesto con maldad, es como si no lo tuviera.
ResponderEliminarAl personaje de Monty Python le molesta y además es tema por el cual le preguntan. Un acierto enorme, incluir un video de este grupo cómico, por el cual tengo admiración, me causa mucha gracia.
Sin desdeñar a Fontanarrosa, con sus historietas y sus cuentos.
Interesante entrada.
Demiurgo, master, exactamente ese es el planteo ya desde el título. Pero lo que vos marcás es algo filosófico, berkeliano: ¿puede algo existir sin ser percibido? ¿tiene efecto el apodo si el apodado no lo percibe? en este último caso yo creo que sí.
EliminarMuchas gracias, creo que es la primera aparición de los Monty. Deberían andar más seguido por acá-
Abrazo grande!
Y GENIAL FONTANARROSA, un maestro que se fue muy rapido, pero como los grandes VIGENTe.
ResponderEliminarSalu2 apoda2
Totalmente de acuerdo, Pensando.
EliminarSe fue rápido.
salu2 recorda2
Por aquí, particularmente en los pueblos, hay apodos que arraigados a todos los miembros de una familia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Macondo, el tuyo fue el primero de una seguidilla de comentarios al respecto. Interesante, no sabía que era así por allá.
EliminarAbrazo y se agradece!
Eso de la ley de los apodos que pones acá. Es extremadamente cierto
ResponderEliminarEs una teoría que debería ser ley.
EliminarAbrazo Alí!
El alias, el otro o el mismo, como sea, reinterpretado o nítidamente descripto... "El nombre revela la esencia" dice Tien-tai, y tal vez porque no está clara esa esencia es que necesitamos renombrar, en un intento de hacerla asomar.
ResponderEliminarAbrazo Frodo, más que interesante entrada.
Ya que mencionas a Tien-tai, es interesante recordar que en culturas orientales una misma persona tiene diferentes nombres a lo largo de su vida, cada uno de los cuales tiene que ver con la esencia de ese momento.
EliminarSe agradece
Abrazo Carlos!
Genial, Frodo. Así, tal cual.
EliminarLos españoles son gallegos ahí, verdad?
ResponderEliminarCreo que en Argentina se usan más los apodos, o los alias que aquí... no es que sea clarividente yo sino que me doy cuenta por ejemplo en temas como los jugadores de fútbol o baloncesto... aquí no suelen ser apodados, se les conoce por el apellido, a veces recortado pero no por apodos.
Saludos.
Toro Poeta, la mayor inmigración de españoles a la Argentina, entre fines del Siglo XIX y el final de la Guerra Civil y de la 2GM de españoles, fue de gallegos (entre ellos mis bisabuelos y abuelos). Dicen que en un momento de la historia hubo casi la misma cantidad de gallegos en Buenos Aires que en Vigo y La Coruña.
EliminarDe ahí los argentinos empezaron a llamar gallego a todo español (como así también tano a todo italiano o turco a todo árabe o ruso a todo judío).
Creo que en toda latinoamérica sucede lo de apodar a todo el mundo. Los brasileños y mexicanos tienen infinidad de ejemplos con sus deportistas.
Abrazo!
Hola amigo , aquí en mi tierra el apodo tan bien se le llama mote , era muy usado en tiempos de antes , casi un privilegio tenerlo ..hoy en día ya se usa menos , en los pueblos pequeños tal vez todavía se sigan usando , y no es una falta llamarle a sí al susodicho ..en mi pueblo todavía se sigue conservando y hoy casi te conocen más por el apodo , que por el nombre .
ResponderEliminarUn placer leerte ..feliz noche y un fuerte abrazo.
Hola Campi amiga, no sabía que podía ser un privilegio por allá, por lo general acá somos maliciosos al apodar.
EliminarUn gusto que hayas pasado! Buen fin de semana!
Fuerte abrazo!
Ese era muy propio de los pueblos pequeños, en el que todas las gentes se conocían y le ponían un apodo por una anécdota que había ocurrido en su vida. Ese apodo iba pasando por todos sus descendientes.
ResponderEliminarVentana, tu comentario está alineado con lo que mencionan Macondo y Campirela, y creo que más abajo otros también.
EliminarInteresante lo que ocurre en los pueblos pequeños y eso de heredar apodos
Abrazo!
Yo tampoco voy a poder desprenderme de "Dos cobertizos"... digo de Jubi, pero claro que esto es verdad, ya hace 21 años que me jubilaron.
ResponderEliminar¿Coincide realmente con mi alias en la red? yo creo que si.
En el mundo real no tengo ningún tipo de alias.
Un abrazo
Jubi podría saltar del mundo de las redes al "mundo real" ¿existe el mundo real?
EliminarEn fin, abrazo UnDosCobertizos!
Que tal Frodo!
ResponderEliminarLos maravillosos Monthy Pyton entran bien a cualquier hora del dia...jeje
Coincido con Macondo, por esta parte es muy habitual, en ocasiones se pasan de padres a hijos.
Saludos!
Hola Fran!
EliminarY de la noche también...
Son varios los que coinciden con eso que ya mencionó Macondo.
Abrazo!
Los apodos en los lugares pequeños pasan de generación en generación y la mayoría de las veces se sienten orgullosos de ellos.
ResponderEliminarVeo que es así por todos los rincones de la península ibérica.
EliminarCoincidiendo algunos apodos con lo ocurrido con muchos apellidos, que tienen que ver con alguna característica física, alguna profesión o algún distintivo.
Abrazo Tracy!
en la niñez es el peor momento, después todo eso se supera jaja... los apodos son ingeniosos y la mayoría muy cómicos... y nada mejor que reírse de uno mismo sino estás frito...
ResponderEliminarDe niños podés ser cruel, pero tal vez la inocencia no te permite ser tan ácido como en la adolescencia. Ahí son verdaderamente ingeniosos.
EliminarAbrazo JLO cabeza!
Los grados eran Celsius, el marcador no funcionaba bien , porque pasé por otro y tenía 8º. Tomé la foto porque me pareció curioso.
ResponderEliminarMuchas gracias por el dato, imaginé eso, pero fue una tentación comentar acerca de "el polaco" Fahrenheit
EliminarMuy bueno lo delos Python y lo del Negro. Los apodos tienen un origen caricaturesco. Coincido con la interpretación de la malicia. Y en cuanto a la clasificación de los apodos con malicia entre los que lo ignoran y los que no y se lo quieren sacar, yo le agregaría una tercera: los que sabiéndolo no intentan sacárselo: podría ser al principio por resignación y luego llevarlo como bandera.
ResponderEliminarEn Guaminí, el Sore se presentaba así: ¡Yo soy El Sorete Barrionuevo, mucho gusto!
Una cuarta categoría podría ser de aquel apodo que se transforma en neologismo. Ud dirá... Casi imposible...vea
https://sudakia.wordpress.com/2015/05/01/historia-geomorfologica-de-la-fiteada/
Sudaca, voy agendando su tercera (sí, la misma que la de Tracy) y cuarta categoría, para la próxima.
EliminarEl Sore es un buen apodo, hay que tener huevos para cargarlo y hacer bandera.
Abrazo Sudaca!
Ahora que lo veo, mi tercera categoría es la que propone Tracy
ResponderEliminarLa reemplazaremos por una categoría "fiteada".
EliminarFrodo:
ResponderEliminarhay motes graciosos y ocurrentes. Se pueden sobrellevar. Pero los hay crueles y pelotudos. Seguramente estoy enel segundo grupo, porque no sé qué mote me dirán los alumnos.
Salu2.
Profesor Dyhego, los apodos crueles y pelotudos son los preferidos por el alumnado. Y esa es toda otra categoría, que ya mismo agendo.
EliminarAbrazo!
El fútbol es un terreno abonado para los apodos: El Pelusa, Loco Gatti, Mono Burgos... acá tenemos al Pulga (Messi, por ser siempre el más bajito de los 11) y antes a "Conejo" Saviola, por cierto que lo vi el año pasado saliendo de unos almacenes en Andorra con su mujer que es despampanante.
ResponderEliminarTuve una pareja que me llamaba "Mussol" (búho, en catalán) sólo porque le gustaba como sonaba.
Inodoro Pereira se publicaba acá en Totem, Cairo, Cimoc... todas revistas desaparecidas. Me gustaba mucho cuando Inodoro recibía la visita de los indios ranqueles.
¡Ah! y los apodos que acaban siendo adoptados con orgullo como los "Sans culottes" (Sin calzones) de los revolucionarios franceses o los "Gallinas" del River y los "Culés" del Barça.
Abrazos!
Borgo.
Borgo, tal cual lo dijo allá arriba Toro salvaje, en los deportistas de acá, no hay quien quede sin apodo.
Eliminar¿Sabés que tu apodo coincide con el mío? De chico me decían Búho (porque era puro ojos), y si te fijas hay una etiqueta de este sitio que se llama "un búho en el cine". No es casual.
Hablando de Inodoro Pereyra, a mí me gustaba también la aparición de los indios ranqueles, pero más me gustaban los loros. Nunca vi que un animal maltrate tanto a un cristiano.
Ahora que hablás de revolución francesa, pienso también en los actuales "chalecos amarillos".
Ah, San Lorenzo debe ser el club con más apodos: Santos, gauchos, cuervos, ciclón, forzosos, carasucias, matadores, camboyanos...
Abrazo Miquel!
El tema de los apodos da para un ensayo de varios volúmenes, imagino: ciñéndome a la bifurcación que presentas, Frodo, añadiría que, en caso a) existe quien no tan sólo acepta de buena gana el apodo sino que incluso llega al extremo de ofenderse si se aplica a algún otro: suele ocurrir cuando se aplica el mote a una familia en pleno y por el transcurso de los años descendientes digamos alejados de la rama principal pretenden ser conocidos con el mismo apodo.
ResponderEliminarEso ocurría en ámbitos rurales cercanos a Barcelona hasta hace pocos años y supongo que seguirá ocurriendo en lugares todavía solariegos.
Un abrazo.
Josep, tu añadidura me anticipa con todo acierto, que este es el segundo de los ensayos y que me quedaría muy corto de cerrarlo acá.
Eliminarparece que coinciden muchos con lo que ocurría por allí en épocas anteriores, y que me lleva a penar en los apellidos.
Abrazo!
El vídeo en sí mismo, ya es una definición del tema de hoy, Frodo.
ResponderEliminarSaludos
Los Monty han hablado por mí.
EliminarAbrazo Enrique!
Qué temita la de los apodos!
ResponderEliminarLa verdad es que ahora no se me vienen ninguno medio maldito a la mente. Si me acuerdo vuelvo.
Muy divertido el post!
Besos!!
Piense Eme, piense que aparecen. Y vuelva
EliminarMuchas gracias!
Besos!!
Motejar (o apodar) es un arte, sobre todo cuando las personas apodadas terminan aceptando con normalidad el mote impuesto. En el pueblo donde habito cada casa tiene una denominación que abarca a todas las personas de la familia. Algunas de los denominaciones son motes. Por ejemplo, hay una casa que, desde siempre, se ha llamado Casa El Sordo -y no, no hay actualmente ninguna persona sorda en esa familia-, y lo tienen asumidísimo; uno de los hijos de esa casa entrena a un grupo mixto de fútbol y, cuando tienen entrenamiento, se suele colocar un aviso en el tablónn de anuncios del Ayuntamiento donde se puede leer: "El equipo del Sordo, a tal hora en tal sitio".
ResponderEliminarUna mirada... excelente ejemplo el de El Sordo, que confirma lo que venimos hablando.
EliminarMuchas gracias!
Abrazo!
Nunca me han gustado los apodos. Aunque en todos los barrios hay muchos con ellos, incluso familias que arrastran estos. En fin, que se acepta o no,,,,pues ponerlo es fácil pero quitarlo imposible (o casi).
ResponderEliminarUN saludo
Víctor, quitarlo es imposible. Como a "Dos Cobertizos" le va a ser imposible que así no lo llamen.
EliminarOTRO saludo!
Pues en los pueblos pequeños hay familias que nunca pierden el apodo o "mote" y siguen. Luego en el colegio también suelen nacer apodos que en algunos casos ya quedan con ellos para toda la vida. Por aquí aún recuerdo al "piñe" al "gorri" y al "bonico" (éste último, ya se lo decían a su papá). Bien es cierto que no recuerdo apodos a féminas (no sé igual es cosa más del sexo masculino).
ResponderEliminarMuy interesante. Aquí, en tu espacio, siempre se aprende y es muy agradable leerte.
Saludos!
Los del colegio son indelebles. Buenos ejemplos, interesantes, ya que acá no se usan. Con suerte los petisos son "enanos", los colorados "colo" y los bonitos "facha". Eso si tienen suerte que no los apode un malvado.
EliminarMuchas gracias a vos por pasar Clarisa!
Abrazo!
no se si alguno lo habra mencionado en los comentarios pero en La tregua, el libro de Benedetti, y en la pelicula tambien, hay un personaje que saluda al protagonista,diciendose compañero de la escuela. El tal protagonista (Martin Santomé/Alterio) no lo recuerda y se ponen a hacer listado entre ambos de los compañeros. Hasta que Alterio nombra, entre risas a "El salame". EL tipo (que es el padre de Andrea Politi, un gran actor, muerto en el exilio español) se averguenza, y manifesta "nunca me gustó que me dijerán asi", ante es estupor de Alterio y su terrible metida de pata.
ResponderEliminarEjemplo fantástico, Vodka. Tengo que ver esa película ya que Alterio es garantía de que estará muy bien en esa escena.
EliminarMuchas gracias!
Beso
Una entrada muy entretenida, y jocosa ya que toca el tema sobre los alias. Ellos duelen más cuando nos toca en la adolescencia. Monthy Pyton es una buena serie de comedia.
ResponderEliminarSaludo
Creo eso mismo Yessykan. En la adolescencia hay que tener mucho sentido del humor para poder soportarlos.
EliminarAbrazo!
Apreciando el video, uno concluye que los apodos, cuán poco tienen de uno, si es que alguna vez le pusieron un sobrenombre o alias. Porque nada más disparatado que cobertizo Indudablemente que hay apodos que aciertan con la personalidad del apodado. ESo me hace traer a colación, el apodo que le habían puesto a un compañero de colegio, al que llamaban carpelo. Yo me preguntaba, será que tiene cara de vagina, porque carpelo es el órgano de reproducción de la flor, hasta que no pude más, y un día le pregunté. Por qué le dicen carpelo? Y el compañero de curso, me dio la respuesta más desconcertante: "es que tengo la cara con pelitos raros, por eso car-pelo" Un abrazo, apreciado Frodo. Carlos
ResponderEliminarCarlos querido, otro GRandioso ejemplo el del pobre "carpelo". Y abriste acá una nueva categoría técnica, el de los apodos conformados por la unión de dos palabras. Al igual que el sobrecojines de Fontanarrosa.
EliminarY sí, a veces no parecen tener nada que ver con el apodado, otros resumen su esencia
Abrazo y gracias!
Ja jaja!! Qué bueno Frodo!! En España es muy común eso de utilizar los apodos, aquí muy popularmente llamados "motes". De hecho se me da bien eso de buscarle apodos a todo el mundo, jajaja!! qué malo soy a veces!!! jaja!!
ResponderEliminarFuerte abrazo!!!!!!!!!!
Si uno no puede ser malo poniendo motes, debería preguntarse qué hace en este mundo
EliminarAbrazo Manolo!
El mas raro que escuché es "el chota" y lo peor es que era visto como algo positivo.
ResponderEliminarEl arte del apodo es de los cordobeses. Como hablamos (creo que con vos), cuenta la leyenda que si un cordobés te pone el apodo no se va nunca más.
Abrazos "matados" "frodo" "viril"
"el chota", otro gran ejemplo.
EliminarEso de que los cordobeses lo dice Landriscina en la entrada anterior. Dice que "el apodo cordobés es a rosca, pa´siempre".
El de "el viril" es también grandioso. ¿recordás la historia no?
Abrazo Matadón!
Bueh!
ResponderEliminarMi abuelo tenía un apodo, mi padre, otro, mi hermano y yo otro...
Será que vengo de familia de "Apodados"...
Sonríos.
Beso sin alias.
Qué ganas de saber cuáles eran esos apodos...
EliminarBesos Zarza!