Luego de un ataque huno que arrasó mi biblioteca, recuperé libros que se encontraban sepultados y no recordaba tenerlos. Así volví a leer "Rosas visto por sus contemporáneos" de José Luis Busaniche, y me encontré con dos páginas remarcadas (sólo dos) que no recordaba, subrayadas por un dueño anterior (rojo) y ahora con acotaciones al margen hechas por vuestro servidor (enazul).
Dice Busaniche:
Juan Manuel de Rosas llevó a cabo la expedición al desierto en 1833 con el fin de ampliar las fronteras y asegurar la tranquilidad de los pobladores del sur. [...] Habiendo llegado con sus huestes al Río Colorado, tuvo ocasión de conocerle allí, por coincidencia, el sabio Darwin que realizaba su viaje científico alrededor del mundo a bordo del Beagle. Nos ha dejado este retrato del Restaurador (en el diario que luego se reeditaría como Viaje de un naturalista alrededor del mundo).
Comienzan ahí las intervenciones:
"El campamento del general Rosas estaba cerca del río. Constituía en un cuadrado formado por carros, artillería, chozas de paja, etc. Casi todas las tropas eran de caballería, y me inclino a creer que jamás se reclutó en lo pasado un ejercito semejante de villanos seudobandidos. La mayor parte de los soldados eran mestizos de negro, indio y español. No sé por qué, tipos de esta mezcolanza, rara vez tiene buena catadura".
Ojo lo que decís, Carlito...
“El general Rosas insinuó que deseaba verme, de lo que me alegré mucho posteriormente. Es un hombre de extraordinario carácter, que ejerce en el país avasalladora influencia, que parece probable ha de emplear en favorecer la prosperidad y adelanto del mismo”.
[...]
“Corren muchas historias sobre el rigor con que se hizo guardar la observancia de esas leyes. Una de ellas fue que nadie, bajo pena de calabozo, llevara cuchillo los domingos, pues como en estos días era cuando más se jugaba y se bebía, las pendencias consiguientes solían acarrear numerosas muertes".
¡Nada hemos cambiado!
Y luego Darwin enumera varios de los actos "salvajes" de esta tierra, y realiza una descripción de la personalidad de Rosas, de lo cual nuestro interlocutor sólo ha subrayado:
“y acomodándose al traje y costumbres de los gauchos, se ha granjeado una popularidad ilimitada en el país y consiguientemente un poder despótico. Un comerciante inglés me aseguró que en cierta ocasión un hombre mató a otro, y al arrestarle y preguntarle el motivo respondió: «Ha hablado irrespetuosamente del general Rosas y por lo mismo lo quité de en medio»".
La famosa grieta argentina
Si quieren ampliar en audiovisual:
Luego del paso del Atila de bibliotecas caseras tal vez aparezcan por esta página más Libros Marcados. Anteriormente:
Desde el conservado y restaurado lienzo en el Museo del Prado que es visitado por coquetos turistas de todo el mundo hacia la camiseta chivada y embarrada del Torneo de Primera D del fútbol argentino ante apenas decenas de forajidos espectadores, el increíble y largo viaje de esta imagen, ícono de la lucha y la resistencia:
La pintó Francisco de Goya en 1814 para plasmar la lucha y desesperación del pueblo español contra el dominio de los franceses en 1808. Siempre se dijo que Goya pudo ser testigo de los fusilamientos (habitaba una casa que daba al lugar de la matanza) y que pintó aquello que vio.
También hay imágenes similares en la película clandestina de 1972 dirigida por Jorge Cedrón y tiene una resignificación en la historieta dibujada por Solano López acerca de Operación Masacre en 1987.
En el plano musical es la tapa del gran disco de los Redondos ¡Bang Bang! Estás Liquidado de 1989. Con la particularidad que le imprime el ilustrador Ricardo Cohen -alias Rocambole alias Mono-, de retratar a través del ícono de Goya la escena de una canción (Fusilados por la Cruz Roja) que, así de irónica es la vida de esta banda, decidieron no incluir en este disco sino en el siguiente. El personaje de la tapa al igual que Goya, extraño testigo de los hechos.
Las canciones de los Redondos son parte de la identidad en los barrios del Conurbano, y con caminar un poco por Villa Hidalgo, Lanzone, Corea o La Cárcova (llamenme antes así les advierto de algunos detalles a tener en cuenta), se observan las pintadas en las paredes con referencias y homenajes a la banda platense en conjunto con las del equipo del barrio, el Club Social y Deportivo Central Ballester.
Tapa del disco ¡Bang Bang! Estás liquidado, Los Redondos (1989)
Central Ballester, club de fútbol fundado en 1974 como descendencia de Central Argentino, tuvo su estadio en Villa La Cárcova de José León Suárez en los ochentas.
El amigo Daniel, dueño de Expedición Música, vivió por allí en su juventud y puede darnos cuenta cómo era el barrio unos años antes. El amigo Moris lo hizo en una hermosa canción.
Yo me aventuraba, ya a principios de los noventas, las cuadras que separaban la casa de mis viejos y entraba a jugar ahí y de paso ver los partidos. Ahí donde hoy ni los muchachos del google street se atreven (¡un saludo respetuoso para ellos!). Y viví la metamorfosis. ¿Qué pasó?
Algo insólito: en el 96 el club logró el ascenso a la categoría "C" y al mismo tiempo, por no cumplir con los requisitos para dicha categoría, y por manejos turbios de los dirigentes, perdieron la propiedad: para ser más precisos, poéticos y sinceros... ¡Las casas se tragaron el estadio!.
Vista satelital año 2000
Vista Satelital año 2016
Hoy Central es club nómade y está intentando construir una nueva casa en José León Suárez. Existe toda una historia acerca de los colores del club, su relación con el ferrocarril y también con Rosario Central, pero necesitaría una entrada aparte para poder explayarme.
La idea de generar identidad y pertenencia del club "Canalla" para con la localidad a través de estos hechos históricos resultan un acierto rotundo.
Felicitaciones de mi parte por esta idea.
Eso sí, parece que la casaca es muy similar al del clásico rival, Acassuso... pequeño reclamo que no se le pasó por alto a los hinchas de Central. De todas maneras, yo ya tengo la mía.
Así, el aragonés Goya revive en el Ascenso del fóbal argento.
por el solo hecho de participar, con una canción doliente,
en el proyecto que con tanto empeño y determinación
llevan ustedes adelante".
(mail de Carlos Indio Solari a Claudia Cesaroni)
Hecho a pulmón, como muchas de las mejores cosas, Masacre en el Pabellón Séptimo es un libro de Claudia Cesaroni que intenta poner un poco de justicia a un caso que se intentó ocultar y dejar en el olvido.
Según la versión oficial del Sistema Penitenciario Federal el episodio del 14 de marzo de 1978 en el Pabellón Séptimo de la cárcel de Devoto trascendió como "El Motín de los Colchones" y (también según datos oficiales) allí murieron 64 presos "comunes".
Durante los años 80 las investigaciones, denuncias y publicaciones del criminólogo Elías Neuman, y también del sobreviviente y testigo de los hechos, Daniel Barberis (se encontraba en otro pabellón); no llegaron a tener la repercusión necesaria como para que el caso se discutiera, y la causa fue tapada.
Editado en 1985
Editado en 1987
A partir de Masacre... se intenta reconstruir los hechos y lo primero que se determina (¡desde el título!) es el modo de llamarlo: Masacre, no Motín.
Esta investigación tiene algo muy interesante para nosotros, los que estamos en el mundo de los blogs: el proyecto empezó siendo ESTE blog (que ya mutó en el grupo Masacre Pabellon 7) y fue tomando forma de a poco gracias a los comentarios y a los enlaces de las redes sociales. Así la autora pudo contactar primero al director de cine Nacho Garassino, que se encontraba en medio del proyecto de "El túnel de los Huesos", película que cuenta la fuga de la cárcel de Devoto de 7 presos en el año 1991. El caso fue real e investigado por el periodista Ricardo Ragendorfer: los presos en su fuga a través de un túnel se encontraron con un macabro hallazgo, un osario.
Gracias a la película de Nacho contactó a Hugo Cardozo sobreviviente y testigo esencial de los hechos. Y luego se dieron los encuentros, las charlas, las reuniones, hasta convertir finalmente el proyecto en libro.*
El año 78 fue un año muy duro para la Argentina, entre campeonato mundial de fútbol y álgida Dictadura Militar con sus secuestros, torturas y desapariciones. Así, la muerte de más de sesenta presos en la "cárcel vidriera" de la Capital Federal (los presos políticos que llegaban a ella, sabían que por lo menos serían registrados: era la cárcel que se mostraba a los organismos internacionales) pudo pasar casi desapercibida.
Para conocer los detalles, las causas y el desarrollo de la Masacre (con Jorge Omar "Pato" Tolosa en el epicentro; con quemados, asfixiados, baleados y ¿algún rematado?) les recomiendo que lean el libro y saquen sus propias conclusiones.
Allí tendrán además descripción de las condiciones insalubres de los detenidos (algunos en forma completamente injusta y sin defensa alguna), los terribles maltratos por parte de los penitenciarios, la pasividad estatal; información sobre la historia del Sistema Penitenciario Federal, comparaciones con otros casos similares de otras cárceles argentinas, detalles sobre la causa judicial, la inacción de jueces, secretarios y fiscales, y la insólita postura de los medios de comunicación a las órdenes de la Dictadura.
Bien, quedan totalmente aclarados
los sonidos de ametralladoras que escucharon todos los vecinos
Un poco desubicado el título ahí ¿no?
El libro cuenta también con anexos documentales interesantes, como la lista de fallecidos (entre los que me sorprendió encontrar mi apellido: Yañez. Me gustaría saber quién fue ese Yañez Aguilar Arnaldo Juan Miguel).
La tapa tiene una ilustración que donó el gran Rocambole (Ricardo Cohen), eterno ilustrador de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Y acá empieza un capítulo aparte:
En el año 2004 elIndio Solari había editado su primer disco solista que traía la canción "Pabellón Séptimo (Relato de Horacio)", en donde cuenta con pluma afilada lo ocurrido esa noche. A partir de esta canción muchos de nosotros empezamos a interiorizarnos acerca de la Masacre.
El mismo Indio le envió un mail a la escritora de Masacre...(en el epígrafe de esta entrada) y recomendó el libro en el show que dió en Mendoza ante 120 mil personas. Luego de esa recomendación varios amigos me lo ofrecieron pero finalmente me llegó a préstamo por mi cuñado Ariel, a quien agradezco.
Queda clarísimo (en el título entre paréntesis de la canción) que el Indio había leído "Crónica de Muertes Silenciadas" de Elías Neuman. Horacio no es otro que un sobreviviente, a quien Elías defendía ante la justicia y es quien le dio los detalles acerca de la masacre.
El Indio estuvo interiorizado porque en esa masacre falleció un amigo suyo: Luis María Canosa, quien había participado en aquellos "Lozanazos" en el Teatro Lozano de La Plata (donde empezarían a tomar forma Los Redondos). Luis María era el cantante de la banda platense Dulcemembriyo y era además amigo de Skay Beilinson y Federico Moura -éste primero tocó en Dulcemembriyo, luego cantó en Virus-. Lo habían detenido por tenencia de estupefacientes y estaba encerrado en Devoto esperando sentencia cuando ocurrió la Masacre, en donde lo encontró la trágica muerte.
En el año 1991 Los Redondos ya le habían dedicado una canción ¿no te suena Luis María?... "Te tenemos allí... abandonado allí..."
En el año 2014 a partir del libro y la investigaciones que llevan a cabo en el CEPOC la Masacre fue declarada "crimen de lesa humanidad" y luego de la denuncia de padres de un desaparecido uruguayo que dicen reconocer a su hijo en la tapa de una revista sobre la masacre. El caso todavía sigue impune, pero la lucha continúa.
Extraída del blog de la escritora. De izquierda a derecha:
Daniel Barberis, Claudia Cesaroni, Nacho Garassino, Hugo Cardozo
Extraída del blog de la escritora.
Esta humilde entrada se sentirá realizada si al menos cada vez que pasás por Nogoyá y Bermúdez (o Desaguadero) recordás que allí ocurrió todo esto y que se le debe justicia.
*Alguna vez hablamos de Los Fusilados de José León Suárez, y vimos cómo la web Proyecto Walsh ayuda a reconstruir algunos detalles, y completa el caso. En Masacre... el blog fue esencial para que el proyecto tomara forma, y se pasara a los encuentros, las charlas en cafés y discusiones del caso.
Bajo ese título se conoce a las víctimas de una masacre
ocurrida el 9 de junio de 1956 en el barrio en que me crié y que viví casi treinta años. La
historia fue investigada, escrita y denunciada por Rodolfo Walsh en su libro
Operación Masacre, que considero el más importante en la historia de la
literatura periodística argentina. Suele compararse el estilo y la investigación de este libro con “A Sangre Fría” de Truman Capote, con una diferencia: Walsh lo realizó
nueve años antes. Recomiendo profundamente su lectura.
El libro se divide en tres partes, y cuenta con un prólogo donde
Walsh cuenta cómo se enteró de estos hechos (alguien se le presentó como “un
fusilado que vive”).
En la primera parte da una descripción de cada una de las
personas que esa noche serían fusiladas, y una crónica de cómo fue que cada uno
llegó a ese lugar (en realidad a reunirse antes en una casa del barrio de
Florida) y el por qué de cada uno. Algunos
con fines políticos (un contra-golpe militar de inspiración peronista contra
los militares de facto), otros para escuchar una pelea de boxeo por radio, y
otros por casualidad o tan sólo para jugar a las barajas o al dominó.
En la segunda parte, la que más me interesa hoy, se relatan
los hechos desde que las personas son detenidas en la casa de Florida, trasladados
hasta una comisaría de San Martín, y luego fusilados en José León Suárez; y lo
más interesante, cómo algunos logran sobrevivir, escapar y luego contar la
historia.
La tercera parte es el cierre de la investigación de Walsh, con
los juicios, confesiones, expedientes y las evidencias.
La mejor investigación que existe en internet es la web Proyecto Walsh, una investigación de Álvaro Liuzzi y Vanina Berghella. Ahí se encuentra toda la información digital necesaria para
comprender mejor la investigación de Rodolfo. La idea de los creadores fue
plantearse ¿Qué hubiese sucedido si al
momento de realizar la investigación de los fusilamientos, Rodolfo hubiese
tenido a su alcance las herramientas digitales de publicación que tenemos hoy
los periodistas?
Lo interesante es ver cómo mientras Walsh investigaba y se adentraba en la historia se iba enterando de que existían cada vez más sobrevivientes, algunos presos
(recapturados por los militares), otros exiliados, y otros tan sólo escondidos como Juan Carlos Livraga, aquel con quien arranca la investigación, “el fusilado que
vive”. Igual de interesante es ver cómo va desenredando el ovillo para llegar a la conclusión de que los detenidos
habían sido capturados en forma ilegal y fusilados por capricho militar, con la
excusa de un falso intento de fuga.
Le doy un tiempo a quién le interese para que lea el libro,
ya que luego me meteré con los pormenores de la historia, y ahí ya no habrá
excusas si cuento algo revelador. Hoy tan solo hablaremos de el lugar de los
hechos.
Hace un tiempo (y después de leer el libro) mi amigo El Matado me pidió que lo lleve de excursión por el barrio. Antes pasamos por la
casa de Florida, luego hicimos el
recorrido de los detenidos hasta el lugar de los fusilamientos y por último los lugares por dónde se fugaron.
Acá las fotos, del año 2012.
Monumento a los Fusilados
Placa de 2012
Mural en la actual Sociedad Alemana de Villa Ballester
Para ver cómo era el basural en 1968, existe una filmación
de Pino Solanas junto a Troxler (uno de los sobrevivientes, luego muerto por la triple A en 1974) para la película La hora de los hornos. Es un poco raro ver cómo era en ese entonces el cruce de la Avenida Márquez y la 9 de Julio... un basural.
Para los que les interese, hay una película, se encuentran fragmentos del libro relatados por el propio Rodolfo Walsh, muchos documentales, y hasta una historieta
acerca de Operación Masacre. En algún momento los traeré por estas páginas.
El próximo 9 de junio de 2016 se cumplirán sesenta años de estos hechos.
Un tipo al que apodaban El Loco, El Tirano, o La Ira de Dios,
es un tipo que no puede dar poco que hablar. A diferencia de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, de quien ya hablamos, este tipo pagó con su propia vida la ambición de
conquista y riqueza. En su expedición tuvo como objetivo encontrar El Dorado, aquel mito de la ciudad dorada con un rey bañado en oro. Para ello acaudilló una expedición por el Amazonas que se rebeló contra la Corona Española, por lo que es considerado por muchos (a pesar de lo irracional
de la empresa) como la primer Declaración de Independencia de América.
A la edad de 20 años Aguirre se encontraba en Sevilla, y al oír las fabulosas historias sobre ciudades de oro en América decide alistarse en un viaje a Perú, en lo que se calcula que fue el año 1536. Por ese entonces en Perú se estaban dando unas cruentas Guerra Civiles entre los que defendían las leyes de protección a los indios y encomiendas, y los que querían arrasar con todo a su paso para erigirse como líderes en busca de oro. Lope de Aguirre es acusado de infringir estas leyes y sentenciado a un azote público. Se dice que luego de tres años de perseguir al juez por diferentes ciudades de Sudamérica logra interceptarlo en Cuzco y consuma su venganza asesinándolo. Sería perdonado a cambio de reclutarse en las tropas de los encomenderos de la Batalla de Chuquinga, en la que fue gravemente herido en una pierna quedándole una renguera permanente. A partir de acá puede empezar a llamárselo El Loco.
Aguirre
(volviendo de a poco a una antigua pasión: el collage).
En 1560, al mando de Pedro de Ursúa parte una expedición navegando
por el río Marañón de la selva amazónica peruana. Se trataba de unos 300
españoles, 500 indios y algunos esclavos negros. Entre ellos El Loco y su hija
mestiza llamada Elvira. Para erigirse como el líder de la expedición Aguirre
participa del asesinato de Ursúa y de su sucesor Fernando de Guzmán. Con Aguirre
como líder, la expedición se desvía del Amazonas por el Río Negro hacia el
norte y alcanzará el Atlántico por el Orinoco causando estragos a las poblaciones
nativas que encuentran a su paso. Comienza a acrecentar en él una fuerte
paranoia y mata a todo aquel en el que percibe una traición o poco entusiasmo
en seguirlo. A partir de acá la fiebre tropical empieza a enloquecer a los
expedicionarios y el viaje se convierte en una travesía onírica en ese río mágico
con seres sobrenaturales y un espejismo gigante: El Dorado.
Escribe la famosa Carta al Rey Felipe II
pidiendo justicia y exhibiendo sus planes de libertad
e independencia, carta que firmará bajo el seudónimo de “El Peregrino” como buen súbdito desencantado.
Por ese entonces alcanza la Isla de Margarita, donde continúa
con saqueos y matanzas. La expedición avanza por los ríos del interior de
Venezuela, donde perseguidos por los enviados del Rey Español caerán en
Barquisimeto. Antes de que le den alcance, y presa de un tremendo delirio, se
dice que Aguirre mató a puñaladas a su propia hija. Luego una nimiedad: le cortan la cabeza y lo descuartizan.
El film que popularizó al personaje histórico es Aguirre, La Ira de Dios del alemán Werner Herzog. Si bien está repleto de referencias culturales acerca de este personaje histórico (hay novelas, historietas, grupos musicales, documentales, discos), la referencia fundamental es esta película alemana de 1972.
Es una adaptación libre de los hechos históricos, pero
refleja a la perfección la sensación de locura y la irracionalidad de este
personaje. El guión y dirección corresponden a Herzog y en el papel principal
lo tenemos a Klaus Kinski, a quien el personaje le quedó perfecto.
Es una película de culto no solo por la influencia que tuvo
en el público y la crítica sino también por la forma en que fue realizado, influyendo
a films posteriores (es de destacar la similitud con Apocalypse Now de Coppola, del que algo ya hemos dicho), de gran simbolismo. La locura del personaje empieza a copar todo, tendremos situaciones extrañas y no muy sutiles como barcos en la cima de los árboles y cabezas cortadas de su cuerpo que continúan contando granos de maíz.
Es muy lenta, no recomendable para aquel que espera acción o aceleración en los hechos y cambios de ritmo, se mantendrá siempre a velocidad de balsa en un remanso.
Hay que tener en cuenta que ¡eran Alemanes filmando en la
selva peruana en 1972! y además ¡haciendo de Conquistadores Españoles del Siglo XVI! No
era cualquier cosa.
Fueron cinco semanas de filmación donde los actores y
equipo tuvieron que escalar montañas, penetrar en la tupida selva, utilizar precarias balsas construidas
por nativos a través de los rápidos bancándose las inclemencias del clima y los
bichos. Se dice que hubo fuertes peleas entre Herzog y Kinski (que incluso el director llegó a pelar un bufoso y efectuar
varios tiros para evitar que el actor dejara la filmación), luego de estas
peleas el actor quedaba enloquecido y furioso, y el director aprovechaba para
filmar. Tal vez por eso el personaje quedó tan perfecto, con su cara tan desencajada
que parece que puede llegar a pateársela y su renguera exagerada al punto de ser
graciosa. Fue filmada en orden cronológico para resaltar en los gestos y físico
de los actores el cansancio mental y corporal sufrido por el viaje. Los actores
hicieron sus diálogos en inglés ya que era el único idioma en común entre
tantos extranjeros que lo realizaron, sin embargo al finalizarla fue doblada al
alemán.
La película no contaba con un presupuesto muy alto, y eso
parece haber favorecido la realización:
vestimentas gastadas, efectos especiales espontáneos y situaciones imprevistas como la inundación que destruyó todas las embarcaciones
fabricadas, y fue incorporada a la cinta; y hay graciosas
historias acerca de cómo el director consiguió a los simios que participan de
la escena final, pero no están totalmente chequeadas por el redactor en jefe.
Antes de iniciar las rotativas me informaron que una de las hijas de Kinski en la vida real lo acusó de abuso hace un par de años, por lo que podríamos establecer una relación directa entre el actor y su personaje y ambas hijas, pero les dejo la inquietud y pasamos a otro tema.
La banda sonora es una de las mejores cualidades del film,
acompaña y sostiene perfecto las imágenes. Fue interpretada por la banda de
Krautrock Popol Vuh, y es una música hipnótica, sutil e inquietante, que se
complementa perfecto con la historia que se cuenta acerca de lo surreal de la
expedición y del alucinante personaje. Los efectos de sonido de pájaros (hay
uno muy particular, que me encantaría saber cuál es... quién me lo dice se lleva el premio Frodito de Oro del año) y
bichos que también se complementan con la banda sonora. La banda tiene un disco
llamado Aguirre.
Las leyendas populares continúan hoy la historia de Aguirre.
En muchos territorios de Venezuela se dice que su fantasma sigue apareciendo en
forma de fuego fatuo y en Perú hay un salto a su nombre donde una piedra tiene
raros símbolos que, dicen que dicen, fueron dibujados por él y ante los que hay que
rezar y persignarse. Una playa de la Isla de Margarita lleva el nombre de "El Tirano", en su honor ¡Qué honor Loco!
Por acá, por el fondo de Sudamérica, el nombre de Alvar Núñez Cabeza de
Vaca es célebre por ser el primer europeo que dejó registro de su encuentro con
las Cataratas del Iguazú (situación tragicómica de la que nos encargaremos en otro momento). Pero hoy no hablaremos de ese (su segundo viaje
a América) sino del primero, aquel que dejó registrado en sus notas de viajes editadas bajo el nombre de “Naufragios”.
Lo interesante al leer esta historia es el impacto que causa
ver a un hidalgo con armadura y deseos de riquezas que de un día para otro se
encuentra desnudo frente a las amenazas del Nuevo Mundo. Como se verá no fue el
típico colonizador, pero aquí queremos resaltar que tampoco fue (como algunos
tratan de hacernos notar) un salvador para los indígenas, ni que
tampoco fue un abogado de la paz. Fue el artífice de una conquista diferente en la cual tan
solo el instinto de supervivencia y las diferentes casualidades lo llevaron a
tener una relación distinta con las tribus de Norteamérica, aunque hay que
aclarar que en sus escritos hay un sentimiento subrepticio que no lo abandona, nunca dejó de ser del todo el tesorero de una Expedición de Conquista para la Corona Española.
También es célebre por ser uno de los grandes caminantes de la historia, en esta
expedición tuvo que recorrer a gamba desde el este hasta el oeste del territorio (actual) de
frontera entre EEUU y México, de Florida a California, durante 7 años.
En 1527 partió desde Sanlúcar de Barrameda en la expedición fallida de Pánfilo de Narváez (aquel "enemigo" de Cortés), con el objetivo de conquistar Florida y buscar la Fuente
de la Eterna Juventud, la leyenda hacía creer que podía estar allí. De los 600
hombres, 140 abandonaron en Santo Domingo y se calcula que en Cuba, luego de
una tormenta murieron otros 70. En la Bahía de Tampa se encontraron con los
primeros indígenas, hicieron un par de expediciones por los pantanos de Florida
(donde fueron recibidos con flechas y otras situaciones no muy amistosas) y luego por la desembocadura del Mississippi,
hasta que perdieron sus barcos. Tuvieron que comerse los pocos caballos que
tenían e improvisar herramientas con espuelas y partes de ballestas para
construir precarias canoas. Entre los
huracanes, tempestades, pestes y falta de comida (como se ve, la venían pasando de diez) fueron perdiendo varios
hombres hasta que las barcas de Cabeza de Vaca y Pánfilo (¡tenía que ser Pánfilo!) se separaron, por lo
que Cabeza de Vaca y 14 hombres fueron abandonados a su suerte y llegaron a la
actual Galveston, donde una tribu los capturó y repartió como sirvientes entre
sus familias.
A partir de ahí comienza la verdadera aventura de Cabeza de
Vaca, y por lo cual vale contar su historia. En un principio en su relato se
habla de metales, de riqueza, de seres inferiores a quienes hay que conquistar
y de a poco comienza a hablarse de maíz, mantas y hermanos indígenas. Se empapó con la cultura de diferentes tribus, mezcló sus conocimientos en medicina con el
chamanismo, lo que le permitió convertirse en curandero y así ser respetado por
los indios. Luego ofició de mercader entre las diferentes tribus lo que lo
llevó a recorrer grandes territorios hacia el oeste (por las cercanías del Río
Bravo) y aprehender sus idiomas e idiosincrasia.
Hasta que después de una expedición fallida y de pasar
numerosos días (y hasta meses) de hambre por los desiertos para conseguir el regreso a Europa,
se encuentra por casualidad con un grupo de antiguos compañeros y consigue
organizar el regreso. Aunque para ello tuvieron todavía que caminar y caminar, ahora hacia
el sur, el territorio actual de México (Culiacán, Compostela, ciudad de México).
Lo más interesante de su relato se da sobre el final, y deja en
evidencia la ambivalencia constante de Cabeza de Vaca al escribir. Al Conquistador en busca del “Paraíso” que representa América, se le
empieza a caer el disfraz y ya no ve la hora de rajar de ese “Infierno” en el que se encuentra Conquistado. También hay una parábola (una curva) que describe los sentimientos de Cabeza de Vaca acerca de lo que le ocurría. Durante su estadía en América todo era chamanismo, hechos
mágicos de la Naturaleza y espiritualidad. Pero tanto antes de poner un pie en esta tierra como cuando está por irse,
las situaciones son física, materialess: se hablará de metales, medicina europea, dinero
y el uso del evangelio para dominar a los indios.
Es así como a partir de este relato nació la “Leyenda de Las Siete
Ciudades”, un mito parecido al de “El Dorado” en donde se aseguraba que las
ciudades del oeste de Norteamérica estaban llenas de oro.
Recomiendo leer el libro, aunque para los que se sienten más
cómodos con lo audiovisual, pueden ver la película "Cabeza de Vaca", una producción mexicana de
1991 y fue dirigida por Nicolás Echevarría con guión de Guillermo Sheridan.
El film arranca
justamente con el naufragio, condensando todo el principio de la historia en
frases que dirá Pánfilo de Narváez (¡tenía que ser Pánfilo!). Así, el guión nos vuelve a mostrar la visión del Cabeza de Vaca mítico, aquel
que para los indígenas tenía poderes sobrenaturales intercalándolo con el
hidalgo desnudo y hambriento perdido en el desierto.
La ambientación es excelente, los escenarios donde se dan
las secuencias están muy bien logrados y creíbles con bastante rigor histórico,
pero Juan Diego, el actor principal por momentos sobreactúa y teatraliza lo que debieran decir las imágenes y su silencio.
Aparecen personajes a los que Cabeza de Vaca jamás describió en su relato (y algunos como el enano ni siquiera nombró), pero como dijimos es una libre
interpretación del texto y vale. Por momentos la metáfora de las secuencias es muy
directa (rozando lo burdo), como por ejemplo cuando Cabeza de Vaca observa a una iguana atada a un
palo que al intentar escaparse se enreda cada vez más, como una descripción de
lo que le sucede a él mismo, incluso se muestran secuencias de el tropezando, dando vueltas en círculos y zambulléndose en un río de acuerdo con la escupida que sufre la iguana. Algunas secuencias como la del ritual chamánico están mejor
logradas y nos demuestran ese choque entre la medicina europea que conocía
Cabeza de Vaca y la curación mágica de las tribus, a la que la sugestión
colectiva ayuda a sanar; y al mismo tiempo esa parábola espiritual que sufrió Cabeza de Vaca.
El film es algo espectacular e hipnotizador y se centra más
en la aventura, aunque basa su estructura en una filmación del tipo documental (de
estilo antropológico), con ambientaciones y situaciones muy verosímiles.
El encuentro con el Viejo mundo es descrito en “Naufragios”
a través de un objeto (no diré cual) y en la película a través de otro (incrustado
en el cuerpo de un indígena), otra de las libres interpretaciones para darle
mayor impacto al film, y que también vale.
El final del film es una interpretación libre del director, pero
tiene una gran simbología de lo que fueron todas las Conquistas en América.
Si leen el libro o ven la película avísenme y debatimos ciertos detalles que todavía están frescos.
A la memoria de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca.
Frodowhisky.