Noticia internacional: un tipo considerado "niño bien y de buena familia" asesina por la espalda en las calles de Nueva York a un CEO de una aseguradora de salud (cerdo de la codicia corporativa, dirá la prensa zurda) y es atrapado fácilmente por descuidos en las pistas que deja, convirtiéndose en el mayor criminal del momento.
Noticia en Culismundi: la principal cacería es contra los viejos (como en aquella gran novela de Bioy Casares sobre cerdos). Recortan la cobertura en medicamentos de la salud pública a jubilados mientras las prepagas se cartelizan monopolizando la salud privada.
En esa grandiosa semana para la sanidad y al lomo de este mundo empresa, se me ocurrió ver "La Ballena" del director Darren Aronofsky, por recomendación de grandes amigos cinéfilos, y porque en su momento ya me había desmoralizado con Requiem para un Sueño y me había dejado groggy con El Luchador.
La Ballena es controvertida, y me pegó debajo del cinturón.
Trata sobre un profesor de literatura con obesidad mórbida (Brendan Fraser) que da clases por videoconferencia con su cámara apagada, y cuyas recaídas emocionales lo llevan a atracones cuasi suicidas. Es extraña por estar filmada en unos pocos metros cuadrados en los cuales el personaje es cuidado por su única amiga enfermera (Hong Chau), quien intenta salvarlo convenciéndolo de ir a un hospital aunque eso sea su ruina financiera; mientras, él intenta recomponer la relación con su hija (Sadie Sink), desatiende su salud, y recibe visitantes ocasionales tales como un mormón, su ex mujer, el repartidor de pizzas o un pájaro al que alimenta.
En forma tangencial la película va sobre la novela Moby Dick, de Melville. ¡Vaya sorpresa! al encontrarme intercalada en la trama la frase que ha escrito la hija del personaje en su niñez, sobre la novela:
“y me sentí más triste cuando leí los capítulos aburridos que eran sólo descripciones de ballenas, porque sabía que el autor estaba tratando de salvarnos de su propia triste historia... por un rato"
Este sitio ya se había encargado del extraño capítulo "aburrido" de Moby Dick con moderado éxito para el mundo blogger pero con fuerte repercusión para los náufragos literarios que, luego de leer el libro, buscan esta info gráfica. Uno de os mais grandes sucessos infra valorados de esta playa.
Lección III Si al conducir un Mercury de los cincuentas tienes que dar caza a un Plymouth de los setentas, debes seguir algunos consejos del profesor Cobretti: 1) abróchate el cinturón, querida 2) espanta a niños ciclistas, paseadores de perros y familiones, sin atropellarlos; debes concentrarte en tu objetivo: destruir por completo el puesto callejero de venta de comida chatarra rica en grasas saturadas de dudosa procedencia 3) al tomar las curvas no ahorres en neumáticos 4) jamás uses los espejos retrovisores, el movimiento de cabeza te descontracturará las tensiones de la persecución y te dará una amplia visión panorámica 5) aférrate al volante y de ser necesario, enfatízalo estirando los dedos 6) sobrepasa otros autos siempre por el carril de la izquierda 7) aquí viene el punto más importante: puedes violar las dos primeras leyes del finado Newton, la inercia y la dinámica no tendrán por qué limitar tu universo posible, podrás realizar un conveniente giro de 180º del Mercury, sin que las ruedas de tu auto se den por aludidas, y así disparar tu ametralladora en la dirección precisa en el momento justo para volar las autopartes de una camioneta entrometida dejando el chasis apenas sobreviviente sobre la apestosa acera. Recuerda regresar el Mercury los 180º de vuelta rompiendo una vez más con todas las leyes de la física conocida 8) acelera, que la pena por atropellar algún vago pordiosero durmiendo en un callejón junto a su inmunda basura no te detenga 9) esquiva al Santa Claus que siempre oportuno se asomará desde la cabina de seguridad del hipermercado 10) puedes salir del mencionado centro comercial haciendo saltar tu Mercury de los cincuentas desde un primer piso sin daño alguno, en la peor y más inútil escena filmada en un estacionamiento 11) te resultará fácil avanzar por el conveniente intersticio que dejan dos filas de autos y luego atravesar la línea de fuego de dos camiones de nafta y/o carga inflamable que acaban de hacer explotar los malosos 12) Llega el momento de aplicar el as en la manga: el óxido nitroso se activará con una perilla cuidadosamente colocada en el tablero de tu auto y le dará la inyección de potencia que necesitas, el velocímetro ya no puede medirte, quedarás listo para 13) saltar las convenientes lomas del paisaje urbano que tanta gracia le harán al director y su equipo de filmación enfocándote desde distintos ángulos una y otra vez y otra vez y otra vez hasta sacar chispas de los cables y señalética en altura al ritmo de ochentosas guitarras eléctricas 14) al ingresar al astillero contiguo puede que un barco sea el destino final de este viaje, por una pequeña distracción llamada escopetazo, pero estarás listo para cualquier otra peculiar aventura automovilística sin tener que abonar la cuota de autoescuela.
Dorso: thriller dramático hispano-argentino de 2012.
Guión y dirección de Ana Piterbarg (ópera prima).
Producción Gerardo Herrero, Mariela Besuievsky y Axel Kuschevatzky (entre otros).
Dicen los cráneos de (filmaffinity): Tras pasar algunos años en Buenos Aires, Agustín (Viggo) vive desesperado y obsesionado con la idea de abandonar para siempre su frustrante vida en esa ciudad. Después de la muerte de Pedro, su hermano gemelo, Agustín se dispone a empezar una nueva vida asumiendo la identidad de su hermano y retornando a la misteriosa región del Delta del Tigre, donde transcurrió la infancia de ambos. Sin embargo, poco tiempo después de su regreso, Agustín se ve involuntariamente implicado en el peligroso mundo criminal del que su hermano había formado parte.
Grita Viggo en danés: ¡Længe leveCyklonen!
Agrego en forma tendenciosa y genuflexa: Viggo 2 x 1 . Interpreta dos gemelos con diferente personalidad. Su juego actoral va entre cuán natural resulta mientras se aleja o se acerca de la impostura.
Momentos Sanlorencísticos:
*El encuentro casual en el Club que da inicio al proyecto:
*Gorro de lana denotando que el gemelo que vive en el Tigre es hincha de San Lorenzo.
Intertextualidad percibida: Literatura: Los gemelos tienen una conexión con "Los Desterrados" de Horacio Quiroga.
Música: En la escena del pool bar, mientras el personaje de Viggo y el de Sofía Gala escabian una birra, suena Aves Migratorias, canción de Skay Beilinson.
De pie por favor.
En una de las escenas en que los bandoleros se reúnen y se acierta con Malevaje, tango de Juan de Dios Filiberto y Enrique Santos Discépolo, interpretado por Gardel, que suena en una vieja radio.
Anexo: El mapa no es el territorio pero, como no tengo catamarán para ofrecer, El Delta del Tigre (ACÁ)
MEDALLERO CUERVO:
Premio Boedo (lo mejor): La ambientación en el Delta del Tigre.
Premio Carrefour (lo peor): La narración se pierde en el ritmo de remanso.
Premio Nene Sanfilippo (al infalible): Daniel Fanego como malandra decadente.
Premio Michelini (al esfuerzo): Sofía Gala que rema, de manera literal y metafórica, el film. Puede ser compartido con Soledad Villamil a quien le sentó muy bien el personaje, y estamos por cerrar sin mencionarla.
Premio Paulo Silas (a la sorpresa extranjera): El gallego español Javier Godino, a quien le salió perfecto el acento de malevo argento.
De los creadores de El Esternocleidomastoideo de Arnold llega... Lección II: De haber tu colorada muñeca ucraniana hecho enfadar al ñato con mayor prontuario de acciones delictivas en el mundo del hampa espetándole secreción procedente de nariz y garganta en su malhechor rostro, y tu encontrarte a prudencial distancia de incómodo testigo dentro de tu negro Audi A8 de alta gama y en posición perpendicular a un puente que cruza un lago, no tengas dudas de que él se limpiará con su impoluto pañuelo de seda, golpeará con violencia machista el vientre de la ucraniana, te hará una mueca sarcástica y se la llevará a tomándola con bronca de los pelirrojos capilares para enviar luego tras de ti a cinco de sus más malvados y abrigados hombres con sus mejores armas de disparos de repetición para liquidarte. ¿Tu alternativa? Acelerar tu Audi de cara al lago y hundirte de trompa en él para que cuando te lluevan las ráfagas de metralleta y perforen la suave chapa lustrada de miles de dólares te encuentres a cubierto, y los confiados rufianes se marchen creyendo logrado su cometido, pero tú ¡oh, transportador! además debes tener no sólo la presencia de ánimo suficiente como para que con tu teléfono móvil tecnología punta y señal suficiente debajo del lago puedas contactar a tu inspector amigo (siempre atento a tu desesperado llamado) y solicitar el consejo tan necesario para la supervivencia mientras el nivel del agua ya sobrepasa tu cogote. Cuando él, despreocupado, te pregunte dónde te encuentras y tú en tan desesperado momento le hicieres un chiste, su contrarrespuesta será tu salvación en forma de sinsentido, la cuestión es que descubras que en clave te ha indicado que en el baúl del Audi se encuentra tu solución: debes nadar hacia él y conseguir un dispositivo de flotación especie de mini gomón inflable que alguien tuvo la astucia de dejar ahí por casualidad. Lo que resta es mucho más fácil todavía, primero desinflas un poco los neumáticos del Audi presionando levemente en la válvula para así oxigenar tus pulmones y estos a su vez conducirlo al resto de tu indestructible y torneado físico que te permitirá sobrevivir debajo del lago para luego repetir la experiencia pero esta vez colocando la boca de los dispositivos de flotación en respectivas válvulas y ¡voilá! el oxígeno te devolverá hacia la superficie como ventosidad que expelen las posaderas de un hombre rana profesional y como plus adicional convertirás tu coche en un hermoso Audi A8 de alta gama... anfibio.
Lección I: Si luego de colocar un niño dotado de una serie de cualidades entendidas como socialmente particulares a modo de señuelo, atraviesas desde el cielo un frágil techo de vidrio cayendo justamente parado en medio de dos de tus incautos enemigos para lograr asesinarlos entrecruzando sus ametralladoras de manera tal que uno cae al suelo y el otro se desploma casualmente sobre un sillón, lo mejor será inmediatamente lanzarse "de palomita" y deslizarse suavemente debajo de aquel mismo sillón del finado que acabas de aniquilar ya que te estarán persiguiendo ráfagas de armas de repetición de un tercer enfurecido malhechor y te verás acorralado; la proeza más rápida y propicia es simplemente arrancar el cable de alguna lámpara de pie siempre cercana, y lograr hacer contacto para obtener una pequeña descarga que llevará electricidad a través del paquete vásculo-nervioso del inmundo difunto que ha tenido la precaución de quedar con su dedo apoyado en el gatillo de su metralleta y obrará así como una extensión de tus músculos, tu puntería y tu furia, logrando destrozar no sólo a tu tercer infradotado enemigo sino también la biblioteca atestada de peligrosos libros que se encuentra tras él.
La película es la
biografía de Bobby Fischer, con todas sus excentricidades, paranoias y falta de
sociabilidad (en esto sería hermana de Mente Brillante o prima lejana de Código
Enigma), pero por suerte se distancia haciendo foco en la preparación que tuvo Bobby para
enfrentar al soviético Boris Spassky en la famosa contienda que se conoció como
“Match del Siglo”, y que supuso una metáfora de la Guerra Fría. La partida fue
presentada al mundo por la prensa como una contienda patriótica.
Es correcta,
y sólo por eso, lo anticipo ahora, hoy va a ser la ganadora. Entretiene, da detalles
biográficos e históricos, y aunque con algunos pequeños errores muestra
bastante de ajedrez. Pero en este caso lo que gana del film es la actuación
de Tobey Maguire (el de El Hombre Araña) en la piel de Fischer. Claro que físicamente no da con el
personaje: es petiso, no tiene la cara flaca de Bobby Fischer, pero en movimiento
demuestra que si no es al menos lo tiene bien estudiado. Está bien secundado por Liev Schreiber
como Spassky y se explica en los gestos de ambos el por qué la utilización de tantos primeros
planos, es ahí donde radica la fuerza del film.
Hay muchos aciertos del
director Edward Zwick: el manejo del sonido me gustó, también cuando desenfoca las escenas del juego desde un plano lejano simulando las filmaciones del match real del ´72, y algún logro interesante
existe en que no haya caído tan solo en el drama, mezclando algunas pizcas de
humor al asunto y varias jugadas de este duelo. La mejor de todas las partidas fue el juego 6, en la película dedican buena parte en torno a esta jugada, clave:
Dicen que tiene errores en cuanto a los instrumentos de época e inexactitudes históricas, pero hasta esas profundidades no llega el tanque de oxígeno del análisis frodiano. Cuando hacen hincapié en
la locura de Fischer caen en el cliché de presuponer que el jugador de ajedrez es indefectiblemente un maniático al estilo La defensa Luzhin (crítica que uds pueden adquirir aquí), y cuando viajan
en el tiempo a la niñez de Bobby nos recuerda de inmediato En busca de Bobby
Fischer (aquí) y las presiones a los niños prodigios. Ya hemos visto en Jaque al cine II que la película que mejor representa una contienda acerca de la Guerra Fría es
la Gran Maestra La Diagonal del Loco, hasta hoy la mejor que he visto acerca de
ajedrez.
Pawn suma un punto extra por su afiche, que me resulta de una síntesis conceptual excelente.
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Cruzamos al otro lado del tablero, y se pone negro. Si hay algo que le faltó
siempre a este sitio, y que se autocriticó, son las NO recomendaciones.
Por lo general acá no se habla de lo que no gusta, lo gambeteamos para dejar atrás, para olvidar. Saldaremos hoy un poco esa deuda con La Tabla de Flandes que es un
bodrio de punta a punta.
Cae en lugares comunes, es ingenua, infantil. Le falta
misterio y cuando quiere jugar con el suspenso (que supongo que el libro tiene)
es demasiado evidente. La mandás a espiar y toca el timbre.
La música hipnótica de
tintes africanas hace su aparición cuando se le antoja, molesta.
El gitano con pinta californiana no encaja, es un actor tan admirable que espero no volver a
cruzar en ninguna otra cinta, ni siquiera en una de las malas de Adam Sandler. Y encima que se hace el canchero le gana una partida ¡a un falso
Dalí! Es mala la actuación del padre gay de la mina que intenta poner
cara de yo no fui desde que aparece. La amiga regalada parece salida de un
culebrón y el seductor sin escrúpulos no acompaña en esta aventura. El
papel principal es de Kate Beckinsale, que se hace la niña Greenpeace
restauradora culta sin tiempo para la depilación de axilas y que sólo llama nuestra atención cuando sale "en tarlipes". Su
actuación es muy infantil, comiendo hinojos o lechuga por los barrios sórdidos y cayendo en trampas muy estúpidas que le van tendiendo. Nos pueden afirmar nuestros amigos catalanes si existen realmente esos escenarios allá.
Y qué decir de los grandes ataques de
tos y asma del viejo –Alfred en algunas Batman- Tachame la doble, mi viejo.
Una de las cosas que se puede rescatar son las postales de Barcelona aunque pareciera que los escenarios fueron adquiridos en un puesto de venta de artículos turísticos, un documental barato. Tal vez lo mejor, por fuera de la historia, es la imagen utilizada
para representar el cuadro, que realmente parece una obra verdadera del
Renacimiento y recuerda a las pinturas de Jan Van Eyck. Incluso creo que es
mejor aún cómo se va convirtiendo la imagen pintada en movimiento a través del flashback… aunque todo esto nada tiene que ver con el ajedrez.
Sin lugar a dudas me
veo obligado a leer la novela de Arturo Pérez Reverte, creo no tener nada que perder, todo para sumar a este
film caótico y para el olvido. El amigo cráneo Luciano realizó una crítica sobre el libro. Crítica con la que me topé preparando esta entrada. Como le dejé dicho ahí, blogger es un pañuelo. Tal vez lo mejor es no ensuciar La Tabla de Arturo, habría que
recordar el film en su título original para diferenciarlo: "Uncovered". Supongo que en el guión se perdió gran
parte, y los actores y director Jim McBride (a quien tendré muy en
cuenta para no caer en el error de ver otro film suyo) arruinaron lo que el
guión pudo tener de interesante.
Pawn es la ganadora
porque sabe administrar sus jugadas, y entre buenas decisiones y algún que otro
gambito que Uncovered no tiene (por fuera de su línea argumental). Se lleva este
match por atacar en algunas de sus escenas al
igual que Fischer lo hacía con arrojo en sus agresivas jugadas contra sus
rivales más conservadores. Como han dicho por ahí, “no será un jaque mate, pero
se lleva la reina”. Uncovered se dedica tan solo a morfar peones, descuidando el
rey, cual novato.
Con el film francés Joueuse (traducido como “La Jugadora de
Ajedrez”) del año 2009, me llevé una grata sorpresa. Cuando empezó creí que iba
a caer en todos los chlichés y lugares comunes de las películas malas de ajedrez
e incluso también en las malas de emancipación femenina, pero sale airosa. Cae en algunas casillas obvias, pero no en todas.
Hélène (Sandrine Bonnaire) es una camarera de un hotel de
Córcega, con una familia establecida y una vida rutinaria, y es a la vez señora de limpieza en la
casa del gruñón Doctor Kröger (Kevin Kline). Luego de ver una sensual partida
de ajedrez en una habitación del hotel, esta visión reveladora la llevará a intentar dejar el papel de mujer reservada y resignada a una vida mediocre y sin
sobresaltos, y buscar una salida a través de la pasión que le genera el juego. Descubre un tablero de ajedrez en casa del doctor y le
pide que le enseñe a jugar.
Así, de a poco, en forma cancina, la directora Carolina Bottaro (en este, su
primer largometraje) nos va metiendo en una historia de placer sensual y
elegancia, con un velo erótico en donde la frase emblema es que la Dama es la
pieza más fuerte y que el ajedrez no es sólo cosa de hombres.
Está basado en una novela de Bertina Henrichs, y podría reprocharse que las jugadas no son importantes y no son presentadas con profundidad.
Frente al tablero cada uno va a ir modificando su
personalidad, el altanero doctor se va a convertir en un apasionado maestro y
ella va a ir rompiendo las reglas que le impone la familia y la vida en sociedad en el pequeño pueblo.
Me dirás. típica película donde los malos se convierten en buenos y los zonzos en piolas. Pero el ritmo, cómo está contada la historia es lo que vale.
Quizás lo mejor de la película es la actuación de Sandrine
Bonnaire, pasando de un estado a otro en la personalidad de Hélène según la
exigencia del libreto. Por momentos será la sometida y timorata esposa de Ange (Francis Renaud), y por otros una mujer capaz de un despertar
intelectual que le permite ganar una competencia en un mundo machista. Acompaña
en esto también la actuación de Kevin Kline, quien con pocas palabras lleva
adelante la modificación rotunda de su personaje.
Los que buscan acción, se pegarán el embole de su vida: grandes silencios, ritmo pausado, suaves diálogos. Pero lo mejor es que gambetea el estereotipo y puedo decir que ha llegado a emocionarme.
La película alemana El jugador de ajedrez fue rodada en 1978
por Wolfgang Petersen, quien se destacó por películas de submarinos.
Trata de un experto informático, Thomas Rosemud (Bruno Ganz)
que desarrolla un programa de ajedrez para vencer al Campeón Mundial, Igor
Koruga (Ljuba Tadic). El problema reside en que en su niñez, los médicos le
prohibieron jugar porque le provocaba crisis nerviosas que llegaban a
estados esquizofrénicos en donde agredía y lastimaba al rival vencedor.
El duelo entre el campeón mundial y el programa informático
es transmitido por TV y, al vencer el humano en apenas 17 jugadas, humilla
frente a todos los espectadores no sólo al programa informático, sino a su programador. Tal
es la humillación que éste decide volver a jugar y se prepara tanto como para
lograr vengarse del Campeón Mundial, en un maratónico torneo. La película así, va cayendo en hechos reales de ajedrecistas
famosos, hasta que Thomas consigue su ansiada venganza.
El problema va a ser al
momento de decidirse por dar o no revancha al ex Campeón Mundial. Las crisis
nerviosas volverán y su declive mental
lo llevará a tener problemas con su familia, su entrenador… y todos los lugares
comunes en los que ya han caído otros filmes acerca del pequeño límite entre la
genialidad y la locura.
El título original es “Schwarz
und weiß wie Tage und Nächte” que vendría a ser algo así como “Negro y
blanco como el día y la noche”. Pero algún cráneo decidió que en español no
pegaba y fue cruelmente podado.
No fue concebido como un largometraje,
sino como un telefilm que fue ganando su terreno desde la pantalla chica hacia
la grande. Y como dijeron por algún otro blog,
más allá de los principales a los otros actores los conocen en sus casas y quizás en
la cervecería.
Es interesante que se haya anticipado en la temática al duelo Kasparov vs Deep Blue que se dio en los noventa. La música es llamativa, hipnótica. Más no pude rescatar. El director, rodando filmes de ajedrez es un excelente director de películas de submarinos.
Claro vencedor (aunque sin lucirse) el film francés. Por si les interesa, acá los duelos anteriores:
Soy un convencido de que hay que darle mucha importancia a los créditos iniciales de un film, umbral y zaguán de lo se verá luego. ¿Para qué dejar ese espacio con el típico vacío de fondo negro y letras blancas al presentar al director, productor, actores, etc.? Cuando se puede jugar con las imágenes, animación, fotografía y tipografía, introduciendo al espectador en el ritmo y clima.
Uno de los tipos que tuvo esa visión antes que nadie, fue Saul Bass, quien laburó principalmente en los créditos de los films de Hitchcock.
Una de las películas que siguió esa tradición, casi rindiéndole un homenaje a Saul es "Atrápame si puedes" de Spielberg, con Di Caprio, Tom Hanks como actores principales, y con Christopher Walken, Amy Adams, Martin Sheen.
Los realizadores de los créditos fueron los diseñadores Kuntzel y Deygas, y habría que sumarle la música de John Williams, parte fundamental también de la animación que acompaña con ritmo, estilo y época.
Las tipografías se prolongan hasta formar distintos objetos y el protagonista va camuflándose con el entorno, con situaciones y escenarios que se verán luego en la película. Lo acertado del estilo de diseño retro (mezcla de los diseños de Cassandre con los de Bass) es que la película se basa en una historia verídica ocurrida en los sesenta, cerrando perfecto el concepto global.
Aquel que aún no vio el film puede darle un vistazo al trailer y comprobará cómo todo lo que se juega en la película de alguna manera u otra se encuentra en los créditos iniciales.
Y como no podía ser de otra forma, la única parodia directa que conozco se realizó en Los Simpson:
Hay que estar atentos porque Saul Bass suele volver, en distintas formas.
Un tipo al que apodaban El Loco, El Tirano, o La Ira de Dios,
es un tipo que no puede dar poco que hablar. A diferencia de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, de quien ya hablamos, este tipo pagó con su propia vida la ambición de
conquista y riqueza. En su expedición tuvo como objetivo encontrar El Dorado, aquel mito de la ciudad dorada con un rey bañado en oro. Para ello acaudilló una expedición por el Amazonas que se rebeló contra la Corona Española, por lo que es considerado por muchos (a pesar de lo irracional
de la empresa) como la primer Declaración de Independencia de América.
A la edad de 20 años Aguirre se encontraba en Sevilla, y al oír las fabulosas historias sobre ciudades de oro en América decide alistarse en un viaje a Perú, en lo que se calcula que fue el año 1536. Por ese entonces en Perú se estaban dando unas cruentas Guerra Civiles entre los que defendían las leyes de protección a los indios y encomiendas, y los que querían arrasar con todo a su paso para erigirse como líderes en busca de oro. Lope de Aguirre es acusado de infringir estas leyes y sentenciado a un azote público. Se dice que luego de tres años de perseguir al juez por diferentes ciudades de Sudamérica logra interceptarlo en Cuzco y consuma su venganza asesinándolo. Sería perdonado a cambio de reclutarse en las tropas de los encomenderos de la Batalla de Chuquinga, en la que fue gravemente herido en una pierna quedándole una renguera permanente. A partir de acá puede empezar a llamárselo El Loco.
Aguirre
(volviendo de a poco a una antigua pasión: el collage).
En 1560, al mando de Pedro de Ursúa parte una expedición navegando
por el río Marañón de la selva amazónica peruana. Se trataba de unos 300
españoles, 500 indios y algunos esclavos negros. Entre ellos El Loco y su hija
mestiza llamada Elvira. Para erigirse como el líder de la expedición Aguirre
participa del asesinato de Ursúa y de su sucesor Fernando de Guzmán. Con Aguirre
como líder, la expedición se desvía del Amazonas por el Río Negro hacia el
norte y alcanzará el Atlántico por el Orinoco causando estragos a las poblaciones
nativas que encuentran a su paso. Comienza a acrecentar en él una fuerte
paranoia y mata a todo aquel en el que percibe una traición o poco entusiasmo
en seguirlo. A partir de acá la fiebre tropical empieza a enloquecer a los
expedicionarios y el viaje se convierte en una travesía onírica en ese río mágico
con seres sobrenaturales y un espejismo gigante: El Dorado.
Escribe la famosa Carta al Rey Felipe II
pidiendo justicia y exhibiendo sus planes de libertad
e independencia, carta que firmará bajo el seudónimo de “El Peregrino” como buen súbdito desencantado.
Por ese entonces alcanza la Isla de Margarita, donde continúa
con saqueos y matanzas. La expedición avanza por los ríos del interior de
Venezuela, donde perseguidos por los enviados del Rey Español caerán en
Barquisimeto. Antes de que le den alcance, y presa de un tremendo delirio, se
dice que Aguirre mató a puñaladas a su propia hija. Luego una nimiedad: le cortan la cabeza y lo descuartizan.
El film que popularizó al personaje histórico es Aguirre, La Ira de Dios del alemán Werner Herzog. Si bien está repleto de referencias culturales acerca de este personaje histórico (hay novelas, historietas, grupos musicales, documentales, discos), la referencia fundamental es esta película alemana de 1972.
Es una adaptación libre de los hechos históricos, pero
refleja a la perfección la sensación de locura y la irracionalidad de este
personaje. El guión y dirección corresponden a Herzog y en el papel principal
lo tenemos a Klaus Kinski, a quien el personaje le quedó perfecto.
Es una película de culto no solo por la influencia que tuvo
en el público y la crítica sino también por la forma en que fue realizado, influyendo
a films posteriores (es de destacar la similitud con Apocalypse Now de Coppola, del que algo ya hemos dicho), de gran simbolismo. La locura del personaje empieza a copar todo, tendremos situaciones extrañas y no muy sutiles como barcos en la cima de los árboles y cabezas cortadas de su cuerpo que continúan contando granos de maíz.
Es muy lenta, no recomendable para aquel que espera acción o aceleración en los hechos y cambios de ritmo, se mantendrá siempre a velocidad de balsa en un remanso.
Hay que tener en cuenta que ¡eran Alemanes filmando en la
selva peruana en 1972! y además ¡haciendo de Conquistadores Españoles del Siglo XVI! No
era cualquier cosa.
Fueron cinco semanas de filmación donde los actores y
equipo tuvieron que escalar montañas, penetrar en la tupida selva, utilizar precarias balsas construidas
por nativos a través de los rápidos bancándose las inclemencias del clima y los
bichos. Se dice que hubo fuertes peleas entre Herzog y Kinski (que incluso el director llegó a pelar un bufoso y efectuar
varios tiros para evitar que el actor dejara la filmación), luego de estas
peleas el actor quedaba enloquecido y furioso, y el director aprovechaba para
filmar. Tal vez por eso el personaje quedó tan perfecto, con su cara tan desencajada
que parece que puede llegar a pateársela y su renguera exagerada al punto de ser
graciosa. Fue filmada en orden cronológico para resaltar en los gestos y físico
de los actores el cansancio mental y corporal sufrido por el viaje. Los actores
hicieron sus diálogos en inglés ya que era el único idioma en común entre
tantos extranjeros que lo realizaron, sin embargo al finalizarla fue doblada al
alemán.
La película no contaba con un presupuesto muy alto, y eso
parece haber favorecido la realización:
vestimentas gastadas, efectos especiales espontáneos y situaciones imprevistas como la inundación que destruyó todas las embarcaciones
fabricadas, y fue incorporada a la cinta; y hay graciosas
historias acerca de cómo el director consiguió a los simios que participan de
la escena final, pero no están totalmente chequeadas por el redactor en jefe.
Antes de iniciar las rotativas me informaron que una de las hijas de Kinski en la vida real lo acusó de abuso hace un par de años, por lo que podríamos establecer una relación directa entre el actor y su personaje y ambas hijas, pero les dejo la inquietud y pasamos a otro tema.
La banda sonora es una de las mejores cualidades del film,
acompaña y sostiene perfecto las imágenes. Fue interpretada por la banda de
Krautrock Popol Vuh, y es una música hipnótica, sutil e inquietante, que se
complementa perfecto con la historia que se cuenta acerca de lo surreal de la
expedición y del alucinante personaje. Los efectos de sonido de pájaros (hay
uno muy particular, que me encantaría saber cuál es... quién me lo dice se lleva el premio Frodito de Oro del año) y
bichos que también se complementan con la banda sonora. La banda tiene un disco
llamado Aguirre.
Las leyendas populares continúan hoy la historia de Aguirre.
En muchos territorios de Venezuela se dice que su fantasma sigue apareciendo en
forma de fuego fatuo y en Perú hay un salto a su nombre donde una piedra tiene
raros símbolos que, dicen que dicen, fueron dibujados por él y ante los que hay que
rezar y persignarse. Una playa de la Isla de Margarita lleva el nombre de "El Tirano", en su honor ¡Qué honor Loco!
que existe y no es reflejada por el mundo
machista en que vivimos.
Recursos técnicos muy originales y una historia de
amor
con la cual es fácil de identificarse
si alguna vez sufriste por amor
(y todos sabemos que sí aunque no quieras confesarlo).
Todos tenemos un Verano*
en nuestras vidas.”
Iván, el Matado.
Un día como cualquiera mi amigo El Matado me hizo una de sus clásicas
preguntas “¿Viste la película…” a lo que esa vez agregó “(500) días con ella?”, y yo
que la había visto y lo único que me había llamado la atención era la mina y la
música (¡el Beatle preferido de ella es Ringo!), le contesté justamente eso.
Qué manera de salirle espuma por la boca a
este muchacho. A partir de ahí me volcó encima la perorata que costosamente ahora resumió en apenas un párrafo.
Otro día como cualquiera cayó en casa y volvimos a verla remarcando él esta vez los detalles
importantes, a veces casi saltando del sillón y otras con ojos empañados. Debo admitir que tiene
varias cosas que rescatar. El que prefiera hacer su propia
experiencia ¡que raje de acá! porque voy a mostrar escenas del film (lo
que ahora suele llamarse espoilear), basándome en lo que más me
gustó del film: la música como medio narrativo.
Dirigida por Marc Webb en 2009, la historia está mostrada desde el
punto de vista de Tom (Joseph Gordon-Levitt) y todo su enrosque amoroso con Summer (Zooey Deschanel). Se convierten en compañeros de laburo. Tiene el acierto de
mostrar los (500) días de relación en forma no lineal. Arranca por el (488) pasan
al día que se conocen (1), de ahí al (290) en que está deprimido, vuelve al (3),
al (4), al (8) y de ahí al día (154) cuando le cuenta a su amigo que las cosas
no están bien y así irá avanzando y retrocediendo, hilvanando los sucesos,
efectos y causas a lo largo de los (500) en que él propuso y ella dispuso.
Es una comedia romántica ironizando comedias románticas, no es la típica historia de amor. Uno de los dos guionistas para desquitarse con su propia Summer (Jerry Beckman), en la frase inicial aprovecha para dedicarle el film y así como a la pasada llamarla perra.
A mi gusto, la mejor escena es la que tiene el tema clásico
“There is a light that never goes out” de The Smiths. A los pocos días de conocerse coinciden en el ascensor. La mina
escucha lo que él está escuchando en los auriculares, ¡The Smiths!, le dice, agregando que
le encanta de Smiths y cantando la parte de
la canción que suena:“Morir a tu lado es una manera celestial de morir” y se va... ¡Flechazo!
Al Matado le gustó mucho la divertida escena en que el flaco
sale a la vida (¿o a la muerte?) después de haber pasado la noche con la
minita. No lo banco en esta, pero lo acepto. El tema es “You Make My Dreams” de
Hall & Oates.
En la que si coincido con él es en la escena de la pantalla
dividida, que muestra las expectativas del flaco a la izquierda y la realidad a
la derecha, como va coincidiendo por momentos y diferenciándose en forma sutil
pero crucial también. Y luego cómo una fue conquistando todo el territorio a la otra hasta coparlo todo.
Sobre el final hay una buena técnica animada, de las que abundan en el film. La canción es “Hero” de Regina
Spektor y habla con desesperanza de desencuentros y traiciones.
Mi personalidad encaja más con la del amigo (Paul) que le da consejos, le dice que no se tiene que enganchar tanto con esa historia, que la mina trata de manipular la situación, a pesar de saber que será ignorado cual Sancho Panza. Lo que si hay que reconocer es que al menos el protagonista va madurando, poco pero al menos avanza hacia una nueva concepción no tan enfermiza. Si quieren repasar las escenas sobresalientes con sus
respectivos temas musicales recomiendo esta seguidilla.
"Por un lado quiero olvidarla pero por otro..."
Otra escena: noche de karaoke en un bar, Summer cantó un tema de Nancy Sinatra que no me llega tanto pero Tom cantó el tema clásico de
Pixies “Here come your man”. Acá va la escena precediendo al original.
Un tema que pasa desapercibido (tanto que ni siquiera formó parte del soundtrack oficial) es cuando el chabón intenta salir con otra mina para olvidar a Summer y la lleva a ese mismo bar donde habían hecho karaoke. Esta vez, totalmente ebrio por no poder olvidarla sube a cantar uno que me encanta a mi: "Stand By Me (Train in Vain)", tema de los
Clash del inmortal disco London Calling. Fueron 20 segundos en el film, pero vale la pena recordarlo con el tema completo.
Cuando el pibe describe lo compatibles que son, hablará de René Magritte (amigo de esta casa) y también habrá un gran chiste sólo para rockeros entendidos y estudiosos: Tom vivió un tiempo en Nueva Jersey y ella... tiene un gato que se llama Bruce.
De todo el soundtrack, y aprovechando que desde hace varias semanas no puedo dejar de escucharlos, yo me quedo con la banda de Morrissey y Johnny Marr (y marche de paso un saludo para el bajista Andy Rourke que cuando lo dejaban la rockeaba). Hace bastante hice una entrada sobre The Smiths, que pasó desapercibida. Dejo otro de los temas que
suena en el film, y varias veces, “Please Please Please Let Me Get What I Want”
Como bien dice el Matado, la película tiene buenos recursos técnicos y muy variados, como la traslación de los dibujos (del mundo imaginario de Tom) hacia la realidad del mundo que impone Summer.
Lo peor del film: tendría que haber terminado dos minutos
antes. El final casi derrumba todo para los que nos gusta la poesía de
lo que no se dice, pero se sobrentiende.
*Nota del Matado: El título original tiene un juego de palabras que en el doblaje se pierde: Summer es el nombre de la mina, verano en inglés. El final también juega con esto.
Bueno, arrancamos una nueva sección a la que todavía no se
muy bien cómo titularla, y me van a tener que ayudar.
Las películas de Woody tienen la particularidad de que, si
vas al cine a verlas acompañado (si ves películas de él probablemente seas un solitario desdichado) podés salir y meterte en un bar o restaurante a
conversar largo y tendido sobre lo que acabas de ver y debatir acerca de lo que cada uno
percibió. Suele pasar que sus cintas suelen desprender diversas interpretaciones y se
pueden cruzar similitudes con otras obras artísticas, que algunos perciben y otros no, de acuerdo a la competencia y los gustos o aficiones de cada uno.
Analizaremos una película por vez y una obra que se
entromete y se mezcla dentro de ella dándole una nueva significación. El de hoy es el caso del film “Match point” y la novela del siglo XIX “Crimen y
Castigo” del escritor ruso Fiodor Dostoyevski, uno de mis escritores preferidos.
La película tiene varios flancos temáticos por donde
atacarla, pero creo que los dos principales vienen a ser:
* la Providencia, la suerte y aquellas cosas de las que nunca nos
enteraremos; y
* la culpa o remordimiento.
Sobre la primera el magnífico inicio del film (con una gran
intertextualidad con el tenis) nos resume la esencia de lo que se va a tratar.
No revelaré nada más sobre este primer asunto.
La segunda es la que nos lleva por el camino de Dostoyevski
y su “Crimen y Castigo”. ¿Puede alguien cometer un asesinato y no sentir ningún
remordimiento, siguiendo con su vida normalmente?
La trama principal del film ya había sido tratada por Woody
Allen en Crímenes y Pecados de 1989 (película que también recomiendo), aunque
esta vez con algunas diferencias. En ambos el personaje principal es un marido
infiel con una vida muy cómoda junto a su mujer y la amante es tan inestable como interesante
y fogosa (en Matchpoint suma mucho que sea Scarlett Johansson). Cuando ésta última comienza a amenazar el confort que
le da el matrimonio acomodado, el personaje principal debe terminar con ella. Y
digamos que terminar es un bonito eufemismo.
Tratando de no revelar ninguno de los desenlaces entre libro y film -este es el momento en que aquel que no vio el film puede rajar a hacerlo ¡yo te avisé!-, solo
diré que hay algunas diferencias entre los asesinatos (adiós eufemismo) que llevan a cabo ambos,
pero también algunas similitudes. Eso sí, en ambas historias lo interesante es
lo que sucede luego de que el asesinato ya fue consumado.
Lo que ocurre entre el Raskolnikov perdido por las calles pobres de
Rusia en el Siglo XIX de Dostoyevski y el Chris -interpretado por Jonathan Rhys Mayers- de la alta sociedad inglesa actual de Woody, son situaciones muy diferentes en
donde La Providencia o el azar meten la uña, pero más allá de la cuota de
suerte entre uno y otro se encuentra la diferencia entre el padecimiento de cada uno. Dostoyevski en sus páginas nos hace ver que el remordimiento es la
carga más pesada de un criminal y Woody nos muestra a un personaje que casi
está deseando que lo descubran. El hecho de que ese crimen se resuelva sería una señal de justicia, aunque sea una mínima señal de que hay un sentido en este mundo. El personaje anhela ese sentido, pero no les puedo revelar el final. Creo que la grandeza de Woody es que tomó la idea de Fiodor y le dio una vuelta de tuerca más, generando un nuevo sentido que apenas asomaba en la novela rusa.
Woody se encarga de hacer explícita la relación entre ambos, y no sólo para aquel lector avezado en literatura rusa, ya que en varias secuencias veremos a Chris leyendo la novela o incluso un libro sobre Instrucciones para leer a Dostoyevski y en otros pasajes del film habrá una discusión en una mesa acerca de la calidad de las obras de Fiodor.
Uno de los mejores momentos de la película ocurre cuando el
protagonista dialoga con los fantasmas de sus víctimas, creo que ahí se resume todo lo que estamos tratando acerca del remordimiento.
Una similitud tangencial es el hecho de que en la novela también hay un casamiento por conveniencia, aunque es la hermana de Raskolnikov la que intentará casarse con un prestigioso abogado, para poder bancar a su hermano que es un estudiante sin un mango, cuya inteligencia promete un buen futuro. Es ahí donde surge la idea de matar (nunca más lejos del eufemismo) por guita, y también en las dos obras se asesina a algún desdichado testigo casual. Demasiados datos para aquellos que aún no vieron ni leyeron.
Con respecto al título de la sección, se aceptan ideas.
¿Cómo lo titularían?