El ligero libro de Mike Reiss, guionista y productor de Los Simpson, cuenta como nació el fenómeno amarillo, cómo se produce cada episodio, por qué las primeras temporadas fueron tan buenas, y está repleto de detalles y anécdotas de la serie.
De allí robamos extraemos este Calendario de Chistes Finos VIII, esas gracias que se escapan a una visualización inocente de la serie.
Reiss cuenta que en un viaje por Colombia se enteró por su guía turístico de que en el (gran) doblaje para Latinoamérica no han traducido o no han sabido bien cómo traducir el chiste de las zarigüeyas en el monorriel. A la grande la puse Cuca en el original es:
"I call the big one Bitey" (al grande le puse mordelón)
Bajo el título "Bromas que no terminan de funcionar" Reiss hace una lista de chistes que no han llamado la atención del público entre las que aparece el siguiente:
*por alguna razón Homero se sabe el nombre de todos los jueces presidentes del Tribunal Supremo de Estados Unidos
(recuerden frases en el doblaje como "¡el presidente la corte suprema Fito Robles, no!")
Acerca de la concepción del diseño para la serie "El Crítico" nos dice que Jay Sherman fue un frankenstein diseñado en grupo, con poco ojo artístico mezclaron partes de diferentes personajes y recién cuando se emitió descubrieron que el resultado final era igualito al crítico de carne y hueso James Wolcott de Vanity Fair.
Pueden ir a la anterior entrega de Calendario de Chistes Finos y de ahí saltar a otras aún más veteranas.