"Boceto de un apunte para un intento de ensayo"

sábado, 30 de marzo de 2013

Los Carnavales Nostálgicos de Fellini

Advertencia: Espacio no recomendable para pochoclos.

Los amantes del buen cine saben que las películas de Federico Fellini desarrollaron una estética propia, que dio lugar al término “Felliniano”. Los personajes fellinianos transitan el mundo real y el imaginario y son criaturas frágiles que están solas, con una existencia insignificante y sólo algún sueño puede salvarlos en una realidad tan cruel y desoladora. La dualidad y ambivalencia fueron marcando sus obras y las distintas lecturas que se pueden hacer de sus films casi siempre dejan una puerta abierta a la interpretación personal del espectador.


Hablaremos hoy de una característica recurrente en sus films: la música presentada como algo natural y onírico. Fanfarrias ambulantes, caravanas espontáneas, música de circo callejera. Recordemos que Nino Rota fue su músico colaborador y al parecer se complementaban muy bien en la elaboración visual-musical, de ahí los buenos resultados. 


Ya en su ópera prima, la agridulce El Jeque Blanco (1951), la desesperación del personaje perdido en la gran ciudad en dos ocasiones es interrumpida por música en forma atropellada y repentina...



I vitelloni (mal traducida como “Los inútiles”,1953) fue bien recibida por estos lares –acá sería algo así como “Los Atorrantes”- tal vez por la empatía con la temática: la ociosidad, el miedo a crecer, el adios a los viejos tiempos por parte de los jóvenes. Todos son seres atrapados en una existencia tediosa y sofocante y la obra se centrará en la elección de vida de las personas. Quedarse o no quedarse, he ahí el dilema.
Casi como un video de Los Auténticos Decadentes, con este film arriba Il Carnevale. Luego de una fiesta, ¿a quién no lo ha perseguido alguna vez una trompeta?





En La Strada (1954) se pinta el mundo de la calle y de los artistas ambulantes tal cual era, acomodándose a esa corriente neorrealista tan típica del cine italiano de la época en donde se mostraban los ambientes y comportamientos de personas humildes como documento de una realidad que estaba ahí y que era muy diferente de lo que el cine hollywoodiense solía mostrar (Cowboys y guerras ganadas). Entre lo ficcional y lo documental aparecerán melancólicas escenas de instrumentos de viento y tristes redoblantes callejeros.





Película melancólica y dramática: timadores que estafan a personas humildes como forma de combatir el Sistema y la moral impuesta. En Il Bidone (“Almas sin conciencia”, 1955) encontramos una pequeña escena típica de Fellini y la música ambulante.





En Las noches de Cabiria (1957) Fellini describe la vida de una prostituta que en lugar de una vida fácil sólo encuentra desengaños amorosos. Su bondad y una cierta ingenuidad la convierten en víctima de sucesivos vividores que se aprovechan de ella. En esta escena (no diremos qué pasó antes y qué pasará inmediatamente) vaga desesperada por un bosque, de noche, donde encuentra un grupo de jóvenes alegres y felices en plena caravana musical.




La dolce vitta (1960): trata de la ambigüedad de vidas en una persona, por un lado la vida superflua, la dolce vita y por otro una vida familiar "normal". La película fue un enorme escándalo con protestas de la jerarquía eclesiástica, de la nobleza italiana. Tiene dos escenas memorables: la de la fontana di Trevi y la escena del falso milagro donde dos niños mienten ante una multitud acerca de una supuesta aparición de la Virgen en las afueras de Roma.
La que seleccionamos es tan sólo un casual trencito rockero.




Las tentaciones del Doctor Antonio -episodio de Boccaccio 70 (1962)-. Trata de un moralista intransigente al que debajo de las ventanas de su habitación le colocan un cartel publicitario gigante en el cual se ve la imagen de una mujer hermosa, que con su sonrisa cautivadora exhorta a tomar más leche. Al mismo tiempo que lucha para que lo quiten, tiene vívidas fantasías sexuales.
Se mezclarán la caravana de festejo de músicos tropicales, la fanfarria militar y el jingle hipnótico de niños cantando que Nino Rota compuso para el film.



De 8 y 1/2 (1963) sólo diremos que cuenta la crisis creativa de un artista, el problema de confrontarse con las expectativas de todos (productores, periodistas, amigos), y también la crisis existencial de un hombre, que se aferra a los recuerdos y a los sueños para soportar el peso de la vida. Una película llena de metáforas, donde lo ficticio y lo real, y el presente y el pasado se entremezclan.
Acá la famosa escena final en que se pone a orquestar la banda. Todo Fellini. Todo Nino Rota. Abstenerse de recordarme a Susana Gimenez por favor.




I Clowns (1971) es el homenaje de gratitud hacia los payasos y feriantes que tanto le han influenciado. Por un lado es un documental de valor histórico y por otro es un film alucinante acerca de la supuesta muerte del circo. Mezcla extraña entre música de carnaval y de funeral.



Roma (1972) Fascinante recorrido por la ciudad de Roma entre el documental y el ensueño mágico de sus imágenes. Fellini aporta su visión particular que, desde el pueblo, se tenía de la capital cuando era niño, la pensión romana, el teatro, los prostíbulos, el bullicio de las calles nocturnas, coches atascados en plena lluvia, focos, bocinazos, gritos y sirenas de policía. Acá la escena del vecindario cenando en plena calle...obviamente con música callejera. ¡Tutti a cena!




Con Amarcord (1973) Fellini recuerda y reinventa su vida en su ciudad natal en la primera mitad de los años treinta. Los protagonistas son su misma ciudad y sus personajes grotescos, recuerdos que se transfiguran en ambos. Como ya el título revela es un amigable y coloquial relato entre viejos amigos con experiencias comunes. Fellini hace un melancólico y divertido retrato de la Italia de entreguerras, controlada por el fascismo y la Iglesia.
El tema compuesto por Rota recorre todo el film. Apto para banda militar, flauta “mágica” y acordeón…




Ensayo de orquesta (1978): Presentado como un falso documental con dosis de caricatura y burla, sobre un ensayo en un viejo oratorio del siglo XIII.
Lo que parece un canto de admiración hacia la música clásica, y hacia la relación de amor entre el músico y su instrumento, y entre los distintos instrumentos entre sí, se transforma en una interesante fábula sobre clases dominantes y sometidas, en este caso entre el director y los músicos, con connotaciones políticas incluidas, sin renunciar en ningún momento al humor.
La música se presenta espontánea a lo largo toda de la película (dura apenas 70 minutos). Seleccionamos una de las escenas surreales.




Y la nave va (1983) también nos embarca en el mundo de la música. Trata de un grupo de personalidades de la alta sociedad europea que lleva las cenizas de una célebre diva de ópera para arrojarlas al mar. Las escenas musicales son numerosas y se dan en forma espontánea. De todas ellas destacamos dos que ponen de manifiesto ese mundo mágico, surreal e insólito de Fellini.




Quedaron afuera algunos films, pero los presentados aquí son los más recomendables a mi gusto. El libro de quejas queda a vuestra disposición. 


martes, 12 de febrero de 2013

De Condes, Abates y Castillos II

Hoy es el turno de la miniserie francesa Le Comte de Monte Cristo, dirigida por Jasée Dayan en 1998. Así como ya lo habíamos hecho con La venganza del conde de Montecristo, del 2002,dirigida por Kevin Reynolds, analizaremos principalmente la escena más cinematográfica y crucial de la historia: la del Castillo de If, comparándola con la novela de Dumas (padre) y con la película del 2002.

Si bien es una mini-serie tiene la longitud perfecta como para poder desarrollar esta historia tan larga y compleja (son 4 episodios de 100 minutos cada uno) y sin embargo es en la distribución de la historia donde se presenta el gran desacierto. Es que se apresuraron a contar las mejores escenas: los afectos de Dantés, la conspiración, los largos años de prisión y sufrimiento, su relación con el abate Faria, la idea de venganza, el tesoro y la fuga…todo eso, se da en los primeros 45 minutos y por lo general a través de flashbacks, de sus recuerdos. Entonces luego ¿qué hacer luego con las 6 horas restantes de duración?...
El abate casi que no fue utilizado, es aquí un personaje tangencial. Lejos queda de la grandiosa actuación de Harris en el film del 2002.
Si bien esta versión presenta muchos cambios en la trama, en el final de la historia y la sorpresiva supresión o instauración de personajes; es más fiel que la del 2002 en algunos aspectos. La fuga de la cárcel se muestra en forma apresurada pero se ve tal cual está descrita en la novela (suspenso de por medio).


El gran acierto de esta miniserie (y que supera ampliamente a lo que ocurría en el film de Reynolds) es que la versión joven de los protagonistas de la historia, es interpretada por los mismos hijos de los artistas que interpretan la versión mayor de los mismos personajes: Guillaume Depardieu, que interpreta a Edmond Dantés joven, es el hijo de Gérard Depardieu, Naike Rivelli, que da vida a Mercedes veinte años atrás, es la hija de Ornella Muti y Julien Rochefort es hijo de Jean Rochefort, que interpreta a Fernand Mondego. Lo que genera la sensación de realismo en el paso de los años.





Fue rodada en múltiples locaciones, que incluyen Malta, Marsella, Nápoles y París. Y están muy bien cuidados los vestuarios.
La cuota humorística se da con la apariencia y digamos el “tamaño” de Depardieu. Su cuerpo y su rostro no se ajustan a la descripción del personaje, ya que se supone que pasa 18 años de prisión muriendo por falta de comida (ni hablar de su barba que se mantiene mágicamente lampiña durante los largos años en la sombra). Más adelante lo veremos intentando disfrazar su particular ñata para simular ser otro personaje, error parecido en el que incurrieron en el 2002 con Caviezel (Dantés) combinando diferentes estilos de barbas sin modificar su aspecto.

domingo, 27 de enero de 2013

Edgar Allan Rock

Se, se... Edgar Allan Pop hubiera quedado bastante mejor. Pero no por hoy.
Vamos a calmar un poco las agitadas aguas en que navega hoy la Ciber-Balsa discográfica. Seleccionamos, dentro del rock, los temas que mejor reflejan ese mundo oscuro de las obras de Poe, esas escenas sombrías de enterrados vivos, cuervos que llaman a las puertas o corazones delatores.

Maestro universal del relato corto (especialmente de los cuentos de terror), renovador de la novela gótica y hasta considerado el inventor del relato detectivesco y de la ciencia-ficción. Su vida fue oscura y su muerte nunca fue totalmente aclarada. Su influencia literaria va desde Baudelaire a Borges, de Dostoyevski a Lovecraft y de Faulkner a Cortázar. Sus relatos influyeron notablemente a la pintura, el cine, el cómic, y como no podía ser menos a la música.
Numerosas son las óperas dedicadas a sus relatos: Ravel, Rachmáninov, Debussy, Holbrooke... Incluso el mundo del rock tiene sus propias mini óperas o discos conceptuales sobre Edgar Allan Poe: Alan Parsons Project, Peter Hammil y Lou Reed a la vanguardia. 



Cabe destacar el gran número de bandas de metal español que le han dedicado temas o discos enteros, quizás identificados con la parte más gótica y tenebrosa del autor. De las cuales sobresale la banda Ópera Magna y su disco “Poe”, con 10 temas sobre sus relatos y un tema sobre su vida personal. Incluso en España se editó una obra de metal sinfónico llamada “Legado de una Tragedia” sobre él, a modo de ópera biográfica, en la cual colaboraron integrantes de varios grupos.
Y hay que resaltar también a la banda italiana llamada nada más y nada menos que Edgar Allan Poe, que editó un solo disco, completamente de culto.

¿Noche tormentosa? Bajá las luces, servite una copita de whisky y subí el volumen para no escuchar nunca más, los golpes en la puerta.




viernes, 11 de enero de 2013

La Selección de Cuentos (de Fontanarrosa)

Sin excesivos preámbulos, acá va una selección de los mejores cuentos de fútbol del precursor de la "literatura de la pelota" (aquel que creció queriendo ser como Ermindo Onega y no como Cortázar). Humor y elegancia, poesía y fanatismo en cada una de las líneas del "Negro". El hincha de Central al que sólo dos catástrofes pudieron despertar antes de las diez: la invasión de las Malvinas y cuando Maradona firmó para Newell´s.

Salimos a la cancha con una formación de 7 audios (en su mayoría relatados por Apo), línea de 4 videos (del programa de canal 7 + un video de la obra teatral de "los volatineros") y otros 6 textos suplentes.



Dirección Técnica: Roberto Fontanarrosa.




lunes, 12 de noviembre de 2012

Clásicos Argentina-Brasil


Más allá del Maradona vs. Pelé, más allá de Bandeirantes vs Misioneros o del tango vs bossanova.
Estos son los Clásicos musicales del rock que se han creado e interpretado en Argentina y Brasil. Algunos pasaron casi desapercibidos y otros han sido completamente famosos del otro lado de la frontera sin saber su origen. Para aquellos que intentan borronear el límite que marca el idioma estos son los mejores Brasil-Argentina, Argentina-Brasil… ¡Caralho mierda! Acá nos hermanamos (por hoy prescindiremos de los numerosos proyectos e influencias charrúas que tanto han ayudado, sepan disculpar).

Si de hermanarnos se trata es obligatorio arrancar con Os Paralamas do Sucesso (Los guardabarros del éxito), la banda brasilera más aceptada en Argentina. Han interpretado gran cantidad de canciones provenientes de estas tierras.
El primer cover que conocemos es Trac-Trac originalmente editado en 1987 por Fito Páez. En 1991 Paralamas hizo su fiel versión aunque un poco menos oscura. Van en ese orden.


En 1988 el líder de la banda, Herbert Vianna, produce King Kong, el segundo disco de Los Pericos y en 1996 abren el disco 9 Luas con el tema Lourinha Bombril…si no te suena Parate y mira,¡Uojoi!. En vivo han tocado varias veces los temas mezclando las dos versiones.


El tercer tema destacable versionado por Paralamas es “De musica ligeira”. No creo que haga falta mucha presentación: Soda Stereo lo lanza en 1990 convirtiéndolo en clásico de toda América Latina. Lo que llama la atención es que en Brasil tuvo 2 versiones diferentes. El de Paralamas salió en 9 luas (1996), pero fue grabado además en 2002 por la banda Capital Inicial bajo el nombre de “A sua maneira (de música ligeira)”. Esta versión fue totalmente famosa en aquellas tierras, y al mismo tiempo casi desconocida (al igual que la banda) en tierras argentas. En realidad parece ser un “cover del cover” de Paralamas con la letra modificada. Van en orden de edición…


Uno de los que se convirtió en clásico de acá, y que apenas se sabía que proviene de tierras brazucas es la interpretación que hizo Bersuit Vergarabat en 1992 del tema “O tempo não pára” compuesto por Cazuza. La letra es un reflejo del Brasil de los 80 y la Argentina de los 90 (“…y así nos tornamos/hacemos.. ¡Brasileiros/Argentinos!…”). Bersuit la interpretó en portugués en su visita a Porto Alegre. Por ahí anda el video.


Escuchenló, escúchenlo, escuchenló…Tihuana es una banda de San Pablo formada en 1999, que cuenta con el bajista argentino Román. Y quizás fue quien influenció al resto de la banda para hacer en su disco debut esta versión del clásico ¿Qué ves? de Divididos (de 1993). Con la letra bastante modificada en portugués…olvidensé de la vía, la chapita, el porrón y El Palomar.


En 1995 Attaque 77 saca el disco Amén, con el track13 llamado Fábrica. Parecía un tema más de los compuestos por el cuarteto de punk argentino pero resulta que es una versión en castellano del tema original (en portugués) compuesto por Legiao Urbana en el disco Dois de 1986.



A partir de entonces Ciro Pertusi, líder de Attaque, se proclama fanático de Legiao y el disco Otras Canciones (1999) abrirá con Perfeiçao. 
Aunque el cover que hicieron de Roberto Carlos (Amigo) fue comercialmente más exitoso, esta versión punk-castellana es el mejor homenaje argentino al gran Renato Russo (cantante y compositor de Legiao fallecido en 1996) y un buen ejemplo de unión y de búsqueda más allá de las fronteras. Hay una curiosa versión interpretada en portuñol para el programa de tele Musikaos de Brasil en 2002.


Hay algunos otros temas que se han interpretado en ambos países, pero no han alcanzado la calidad de clásicos. Entre las Ñ y las Ç seguiremos investigando.  

sábado, 27 de octubre de 2012

De Condes, Abates y Castillos


Hacer una película basada en una novela tan exitosa y larga como “El Conde de Montecristo” de Alejandro Dumas (padre) no es tarea sencilla. Tampoco es sencillo un análisis de comparaciones entre el film y el libro debido a la gran cantidad de personajes y situaciones que se presentan. Por lo que tomaremos una resolución: analizar la escena de la prisión como parte para estudiar toda la historia. Motivado esto por ser el capítulo de la novela “más cinematográfico” y un punto de inflexión. Será allí donde el personaje principal, Edmundo Dantés, inicia su idea de venganza (paradigma de la historia), convirtiéndose en el Conde de Montecristo.

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Los actores de The Count of Monte Cristo, film del año 2002  dirigido por Kevin Reynolds, que protagonizan la escena de la prisión son: James Caviezel (Edmundo Dantés) y Richard Harris (Abate Faria), a los que habría que sumarle sólo por esta vez al personaje que interpreta Michael Wincott (Dorléac).
En la adaptación de Reynolds se tomaron demasiadas licencias en cuanto a los vínculos entre los personajes y además se buscó “modernizar” la trama para que pareciera lo más contemporánea posible -El libro fue publicado en 1845 -. Es una adaptación en donde se elimina la nube dramática que cubre a la novela para hacer la película lo más dinámica y pura de aventuras, sin buscar otra pretensión que entretenimiento y dejando a la historia huérfana de emoción, con una venganza precipitada y sin tensión. Se descuida la reflexión y el cambio existencial que opera en el personaje de la novela mientras está en prisión.

Lo más sobresaliente es que justo en esta escena encontramos a la mejor interpretación de la película: el veterano irlandés Richard Harris como el anciano Abate Faria, compañero de cautiverio de Edmundo. Si alguien trata de imaginar un actor perfecto para este personaje, helo aquí. Explotan al máximo su apariencia física y su pícara presencia. El aspecto técnico es lo segundo a destacar. Se han cuidado mucho la fotografía, las locaciones y los vestuarios. El Castillo de la isla de If es una cárcel para los inocentes que cuestionan al poder establecido. Los interiores se situaron en los estudios irlandeses y los exteriores de la prisión en la Isla de Comino, en Malta, allí también hay un  castillo al borde de unos acantilados.




Algunos de los aspectos que no se cuidaron son, por ejemplo, lo inverosímil del paso del tiempo de los actores, que no varía para nada tras 20 años…el imberbe Edmundo no es reconocido en la barba cuidada y refinada del Conde (algo así como sucede con las gafas y el jopo en Clark Kent y Superman).  
El otro gran desacierto es el embarullado final del film. Se producen encuentros y resoluciones al estilo de una novela televisiva mexicana. Pero creo que con un buen balde de pochoclos y una pizca de atención se deja llevar.

sábado, 6 de octubre de 2012

Las risas no grabadas en El Chavo

Se puede seguir la evolución de El Chavo a través de las risas no grabadas: las de los camarógrafos, utileros, productores, familiares y amigos de los actores. Aquellas otras risas pre-grabadas que muchas veces se encuentran descolocadas y otras veces se sienten algo forzado le quitan el toque de espontaneidad a la serie. Carlos Villagrán comentó alguna vez que como los gringos hicieron un estudio que demostraba que al escuchar risas grabadas se lograba risas en el televidente, ellos las usaron.
Para los que prefieren las carcajadas espontáneas y contagiosas de la gente que se reía estando realmente ahí porque no podía creer lo que estaba viendo, que la pasaban bien mientras grababan el programa. Para ellos van estos videos.

Los personajes que más hacían reír al personal tras las cámaras eran Don Ramón y Quico, destacándose cuando se juntaban e improvisaban y el primero tentaba al segundo.
Algunas veces, cuando no se encuentran en escena, podemos reconocer la risa de Edgar Vivar o de María Antonieta de las Nieves. Otras veces las risas de niños, entre los que se encontraba Sylvia Villagrán, la hija de Carlos. En una entrevista dijo que presenció las grabaciones de los programas y jugaba en la vecindad de niña (nació en 1968) y muchas veces son sus risas y gritos los que se oyen detrás de cámaras.

Haremos un recorrido cronológico del asunto…

En los capítulos de 1972 se destaca la improvisación y la sorpresa. Donde el staff se ríe sin filtro (tal vez Chespirito y Segoviano así lo deseaban), tentando a los actores, empujándolos a improvisar y llegando a cambiar muchas veces el curso del libreto original, como en los destacados capítulos de “La Cerbatana” y “Don Ramón Carpintero” (con la mítica remera blanca con el “chivo” del Chapulín).


En 1973 los personajes se van a ir encaminando a sus características definitivas pero todavía perduran las grandes improvisaciones.


En 1974 se destaca notablemente como Don Ramón era el motor para hacer reír al staff, son claros ejemplos cuando le dice a Quico “te pareces a flipper” o cuando improvisa y habla dormido. Hasta sin decir palabra mataba de risa a todos, como en “El Ratón de Quico”.


En 1975 el programa está totalmente afianzado y con un éxito mundial. Es el mejor año de El Chavo. El libreto es perfecto, los personajes ya tienen todas su personalidad y quedaba el espacio justo para la improvisación, por lo que se nota que la pasaban muy bien y la gente que estaba ahí se reía mucho. Este es el año donde destacan las payasadas de Quico haciendo reir a todos, tanto los de detrás de cámaras como los actores (“La casa de la bruja del 71”). Va en dos partes...


Para 1976 las risas empiezan a menguar, aunque todavía se rescatan grandes momentos: en “Don Ramón Pintor” (la segunda versión) donde claramente es Edgar Vivar el que se ríe a carcajadas detrás de cámara.


Llegando a 1977 las risas son inversamente proporcionales a los problemas entre los actores fuera del programa. Aparecen únicamente cuando la gracia sobrepasa los chistes repetidos y esperados.


Ya en 1978, cuando Villagrán deja el programa las risas casi desaparecieron, en parte debido a la gran repetición de los sketchs, salvo excepciones casuales.


En 1979 dejará el programa (hasta 1981) Don Ramón, por lo cual las risas de ahí en más serán sólo apariciones totalmente casuales. Dejo dos únicos momentos que valen la pena: “la indigestión del Chavo” y cuando entra toda la tierra en el ojo a Ñoño (ya en 1980).


A partir de 1982 aparece un anuncio antes de cada sketch que decía “Por una cuestión de respeto al público este programa no contiene risas grabadas”. Las mismas son reemplazadas con efectos de sonido. Para entonces el programa estaba muy sobreactuado, los chistes eran repetidos y los niños de la vecindad estaban llenos de arrugas.
Si alguien sabe dónde se encuentran los capítulos sin las risas pre-grabadas será bienvenido. Por lo que se dice, se grababa arriba de las cintas por lo que sería bastante difícil conseguirlos.