"Boceto de un apunte para un intento de ensayo"

sábado, 28 de marzo de 2015

Partidos Agónicos

Antes me debatía si subir o no alguna entrada de este estilo.  La indecisión se daba porque ante estas entradas suele sobrevolar el diablo de las puteadas y la agresión, y todo aquel que no tiene los mismos colores se lo suele considerar un enemigo, en lugar de contrincante.
Hace poco me dije "ya fue, tengo el control de los comentarios... todos los ofensivos y que no suman los borro y chau", así que si van a comentar algo en contra de San Lorenzo de Almagro, al menos que sea gracioso. Sino ni se gasten, va al tacho. Todo lo únicamente agresivo queda fuera.



Acá van tres de los partidos que San Lorenzo ganó sobre el final y que alcancé a ver.

En el Torneo Clausura 2001, aquel en el que el Ciclón se consagró Campeón con 47 pts. (sobre 57 jugados), tuvo un par y medio de partidos agónicos.
Fecha 7. Lanús 4 - 5 San Lorenzo. Partido rarísimo: cancha embarrada por la tormenta, goles de rebote, varias veces Lanús lo empató hasta que el partido cambió de mando y antes de que termine llegó la hazaña del Ciclón. ¡Hubo ocho goles en el segundo tiempo! El héroe del final fue el coco del Coco Ameli. Cómo le gustaba al Director de Cámaras enfocar a Pellegrini cada vez que había un gol del granate.


En la fecha 5 del Apertura 2007 San Lorenzo le ganó a Racing de visitante por 4 a 3. ¿Cuál es la mayor peculiaridad? Pintaba para goleada, San Lorenzo lo perdía 0-3. Con un penal errado y todo, el Ciclón lo dio vuelta. Gol fortuito sobre el final.


Es increíble, pero hace tan solo tres años, en el Clausura 2012, San Lorenzo estaba con un pie en la B, tan mal venía que se lo llamó a Caruso Lombardi para salvar las papas. A mi entender éste partido con Ñuls es el partido más importante (tanto como el 3-1 a San Martín de San Juan en la última fecha) para que aquello no haya sucedido. A partir de los 20 minutos del segundo tiempo entre Charlie Good (Carlos Bueno) y Gigliotti se turnan para errarse goles imperdibles... ¡la que se erra Gigliotti! Como diría un amigo Cuervo: ¡maaamita!  Hasta que el Pipi Romagnoli se pone esta vez el disfraz de héroe sobre el final y al Puma Gigliotti no le quedó otra que poner el lomo. Perdón por elegir el video con los comentarios de Julio Ricardo pero es el que mejor se ve. San Lorenzo 3 - Newell´s 2. Toda vez que veo el último gol no puedo evitar mirar al alcanzapelotas.




Más partidos agónicos del Ciclón en una próxima entrega.
¡Esta noche cueste lo que cueste!...

domingo, 15 de marzo de 2015

¿Esto es una Entrada?

Toda vez que me preguntan ¿cuál es tu pintor preferido? no dudo ni un segundo en contestar casi sin respirar y así, todo junto: RenéMagritte. Entonces los menos avezados retrucan ¿y ese quién es?. Bueno, comienzo a explicar que es un belga que se dedicó al surrealismo y que a través de sus imágenes criticó la forma de percibir la realidad; que si bien podía pintar en forma realista prefería recargar la fuerza en lo conceptual de las imágenes y en los significados las palabras. Por lo general ante esta definición no se insiste mucho pero algún que otro curioso sale a la carga con ¿qué pintó?/¿cuáles son sus obras? Y ahí viene mi dilema ¿cuál de todas elijo para salir al choque?... ¿la sirena? ¿la lluvia de hombres? ¿la cara tapada por la manzana? ¿los tipos de bombín? ¿caballo y jinete en el bosque?... Bueno, hay una que suele dar en el blanco: El de la pipa.

El cuadro lo bautizó en forma acertada como "La traición de las imágenes" y fue publicado en 1928. En realidad comenzó como una serie de cuadros de los cuales el que logró más fama es este. ¿Qué hizo Magritte? Pintó una pipa en forma bastante realista ocupando todo el plano y abajo (dentro del cuadro) le escribió en cursiva y bastante grande "Esto no es una pipa".

¡Chau! se acabó, al tipo se le ocurrió primero, eso es arte señores ¡cerrame la mesa! ¡traeme la cuenta por favor! Unos años después de publicarlo Magritte dijo «Sólo es una representación, ¿no lo es? ¡Si hubiera escrito en el cuadro "Esto es una pipa" habría estado mintiendo!».

Un par de años más tarde realizó "La clave de los sueños" en donde los objetos representados no se relacionan con las palabras escritas debajo y apenas se percibe esta falta de relación se produce una extrañeza en el espectador. Magritte estaba poniendo la mira ahora en la fuerza de las palabras y en las investigaciones de la psicología acerca de los sueños.

Unos quince años más tarde salió al ruedo con "Esto no es una manzana" donde se repitió pero sin la vuelta de tuerca que tenía el de la pipa en el título.
Pero unos 38 años después de la pipa original realizó una versión que me parece muy acertada llamada "Los dos misterios" en donde nos aleja un poco del cuadro y podemos ver no sólo la representación sobre tela de la pipa sino además la representación en cuanto "idea" que cada uno se puede hacer del objeto pipa. El ideal de pipa, la pipa abstracta, el arquetipo de pipa.


Cerramos esta entrada con el estilo del amigo JLO y su Cuando El Arte Ataque un sitio al que defino como "el enganche de los Blogs", se encarga de transportar un cúmulo interesante de seguidores, comentarios y reparte el juego con otros blogs a seguir. Acá van algunas de las imágenes interesantes que andan dando vuelta por la web acerca de esta obra de René Magritte con alguna que otra leyenda que agrego. 

No sé quién lo hizo, pero lo felicito
La relación con la psicología
No sé si prefiero esta sin explicación, o la que sigue... 


Con este quedamos bien (olfa) con los amigos, y nos garantizamos seguir al aire

Una pipa es una pipa

Sin embargo me acabo de enterar que en argot de España pipa también es un "fierro"...

...y que en inglés pipa y tubo son sinónimos
(acá "fierro" y "caño" también ... Como diría Homero: ¡Cósssmico!)

Y Pope en francés es Papa ¡marche un saludo para el Cuervo!

Fumar es perjudicial para la salud

No se por qué pero me quedo con los bolsillos repletos de información, presiento que continuará... varias veces.

viernes, 6 de marzo de 2015

Por los techos viene el Bloque

Había una vez un pibe al que en una salida con amigos más allá de los límites del barrio, una noche de verano se le presentó un portal hacia una nueva dimensión. Igual que en el tango, con la ñata contra el vidrio ese pibe se quedó mirando un bar. Sonaba una música tremenda que lo atrajo con fuerza y a la que uno de sus amigos unos años mayor señaló como "Los Redondos". Había gente interesante (el pibe ahora recuerda muy claro una minita que estaba en una de las mesas de afuera) que compartía la misma inclinación hacia la banda. No los amigos de este pibe, claro, que habían querido entrar en un boliche donde la cumbia hacía estragos y que por no tener la vestimenta requerida ahora volvían pateando el largo camino de regreso a casa.
Al día siguiente a esa visión el pibe pidió a otro amigo más acertado toda la discografía. Recibió un par de cds originales rayados, casetes en vías de extinción con tapas dibujadas seguramente con la misma birome que se habían rebobinado y algunas revistas amarillentas que el amigo en cuestión heredó de su hermano mayor.

Ese año la salida del disco Luzbelito de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota abrió la cabeza de ese pibe, se la detonó. El disco era el más oscuro de la banda (hasta ese momento) y el de sonido más sólido antes de la experimentación a la que se sometería a los dos siguientes… los últimos de su historia. La oscuridad no se correspondía sólo en el sonido sino también venía impregnada en las letras, que versaban sobre demonios, ángeles caídos en desgracia y referencias bíblicas (como nos anuncia el título) mezcladas con situaciones callejeras.

Entre todos los temas del disco había uno que a ese pibe le llamó muchísimo la atención, musicalmente lo ganó desde la primera escucha pero la letra era muy extraña, al leer el librito se le aparecían en una misma frase varias palabras que no llegaba a comprender porqué estaban ahí, todas juntas:

¡Me Matan Limón!
¡Hijueputas, Limón!
Por los techos viene el Bloque
¡Otra vez!

La rara puteada, el uso de las mayúsculas (significaba algo seguro, el Indio Solari no dejaba cabos sueltos) y el mayor misterio ¿¿quién o qué era ese “Limón”??

Habrán pasado un par de años (quizá exactamente un par) cuando en plena escuela secundaria un compañero le dijo cuatro palabras:“habla de Escobar Gaviria”, “¿De quién?” le dijo el pibe, y no entendió mucho la explicación o este sólo se dedicaba a repetir lo que algún otro le había dicho, como suele pasar en ese boca a boca acerca de la mística ricotera donde el Indio conquista más que Alejandro Magno sin salir de la casa.
Así fue que el pibe preguntó, investigó como pudo (internet aún no era popular) sobre ese tal Escobar Gaviria. Estaba todo atado con alambres, con grumos, hasta que haciendo zapping unos meses más tarde sin querer se topó con una película -tal vez un documental- que asoció a la historia que le contaba el Indio en "¡Me Matan Limón!": los últimos momentos de Pablo Escobar Gaviria. Y pudo completarlo todo.

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Skay y el Indio, los artífices del tema, planeando la transa internacional
Hoy en día la historia de Pablo Escobar es conocida por cualquiera, nos damos cuenta que la puteada de la canción hacía referencia a un modismo colombiano (ahora cuando el Indio en su etapa solista canta el tema grita "la madre chingada" o alguna otra mexicaneada, actualizando un poco el foco del asunto). La serie colombiana El Patrón del Mal de 2012 nos cuenta la historia de Pablo Escobar (protagonizado por Andrés Parra) aunque muy amenizada. Entre su defectos hay que tener en cuenta que los apodos no eran los reales, por eso Limón es El Cítrico. Y además de pecar de inocente por momentos, nos cuenta la historia “oficial”, no se la juegan demasiado. Lo mejor: cuando mezclan la ficción con las imágenes documentadas de los hechos.

Y ahora a lo que vinimos, dejo un video donde mezclé el tema de los Redondos con la escena final de la serie un tanto editada. Hago coincidir a Escobar escapando al momento del solo de saxo (¡grande Dawi!), ya que como dijo un famoso periodista por ahí, suena pesado y tambaleante como un gordo corriendo en un tejado.

Hay un audio inédito (de esos que tanto gustan en este sitio) en el Polideportivo de Mar del Plata en el 96 donde el Indio antes de arrancar lo deja clarísimo.

"En general tratamos de no explicar los temas pero hay un comentarista de una revista que sigue insistiendo con que son crípticas.No recuerdan al ser periódicos,no recuerdan,tienen una memoria periódica en realidad sino reconocerían que es la última escapada por las tejas de Pablo Escobar Gaviria con su lugarteniente Limón perseguido por el Bloque de Búsqueda"



Marche un saludo para el Lampinho que gracias a su Episodio 1089 incentivó la idea de hablar de aquel pibe que escuchaba entusiasmado uno tras otro los discos de los Redondos.

sábado, 28 de febrero de 2015

Chicas Riff

Un pequeño engañapichanga para todos aquellos que llegaron acá buscando colas Reef
¡Cayeron amigos!

Estos son los temas de Riff, aquella gran banda de rock and roll pesado argentino que sentó las bases del hard rock y el heavy por estos lares, en los que tenemos como protagonista principal alguna dama. El nombre de la banda es muy acertado conforme a lo que hacían Pappo y el joven Boff con sus violas a lo que hacía el gran Vitico "eltipoquetocóconlosWho" en bajo y el batero Michel aquel que de francés solo tenía los perfumes. Los temas suelen tener la temática callejera y del mundo cotidiano pero cada tanto se dan un viaje y exploran nuevos mundos.
Como veremos las chicas Riff tienen siempre algo particular. Ya desde los afiches en los tempranos ochenta y los videos oficiales y tapas de discos se buscaba la Rebelión de la sociedad y el destape de las minitas.

Arrancamos con un personaje de carácter mágico, una especie de adaptación de las hadas de la mitología Celta o de la leyenda del Rey Arturo. Pero claro, en Riff puede tomar una nueva significación. La Dama del Lago. Y como suele acostumbrarnos Riff, los estribillos simples y pegadizos marcan a fuego los temas “¡Y yo estoy demente! ¡Y se ríe la gente!”.

Con Susy Cadillac arranca un estilo de chica Riff que suele hacer honores a su apellido sustantivo. En algún momento Pappo pasó por un programa de TV y entre pitadas largas a su cigarro fue dejando algunas de sus maldades marca registrada. En la cara le cantó “Tiene mucho dinero y nada en qué gastar” a la conductora y la Susy lo más contenta.

Acá el original con esa gran tapa del disco Contenidos, un gran acierto artístico

Elena X es de la época en que JAF había entrado a la banda como segunda viola (y Moro en batería)  modificando un poco el estilo clásico que traía Riff. Algunos empezaron a decir que se habían “ablandado”, que ya no eran tan heavys. Lo cierto es que los temas en que JAF prestaba su voz tienen algo que los hace sobresalir, les daba un poco más de vuelo. Quizás por esto justamente Pappo lo hizo volar de la banda. La Elena a la que le canta JAF es una mujer cualquiera a la que dicen “subí a matar, que no te importe cantar bien o mal”.

El porqué de Geisha lo dejó bien explicado (con un entrometido desliz) el propio Pappo en aquel gran show en Obras en el 2001. Lo dejo a él con esa versión en vivo que salió perfecta con ese solo heavy oriental de guitarra del Carpo.

Sube a mi Voiture fue uno de los temas más populares de Riff, tiene un video oficial en el que la mina es la fotografiada en el típico almanaque de taller mecánico (acierto artístico dadas la característica de la banda). En el video Jenny cobra vida para jugar con el Mercedes Benz mientras Pappo arregla su Voiture.

Betty Silicona podría ser alguna de las minitas de la tapa del disco “Zona de nadie” en el que venía ese tema. Su apellido sustantivo también nos habla bastante de lo que ella tiene para dar. Una historia oscura de amor entre conspiraciones en el Roxi, la KGB, y un tipo llamado Boris. El estribillo "simple y pegadizo" nos devuelve la temática Riff.

Probablemente Lily Malone sea la mejor representación de una chica Riff. No voy a agregar nada, ¡escuchen canejo!

La última minita Riff viene también de aquel gran último álbum que sacaron en el 97. El tema se llama Sátiros sueltos y en realidad se le estaría cantando a la madre de la quinceañera Riff de la que nunca sabremos el nombre, tal vez porque no era una sola. ¿Qué particularidad tiene esa minita? La letra lo dirá todo...

La última frase del tema tiene el condimento humorístico típico del Carpo y es solo para entendidos. 
Sátiros sueltos
Animales sueltos
Peyroneles sueltos

A modo de bonus track y gracias a la atenta observación de El Demiurgo de Hurlingham, acá va El Forastero con aquella dueña de Bar que al igual que la de Sátiros Sueltos vendría siendo una actriz de reparto entre las minitas Riff y que mira perderse al forastero que jamás podrá olvidar.


Y con este nos vamos. Ahora si creo que no me olvidé a ninguna. 

domingo, 22 de febrero de 2015

De Condes, Abates y Castillos V

Como ya dije unas cuantas veces la historia de El Conde de Montecristo tiene un poco de cada condimento que interesan en este sitio: traición, venganza, amor, duelo, arrepentimiento, imposturas, fuga, aventura…
De todas las películas basadas en la novela de Dumas que hemos analizado esta que presento hoy es la más fiel ya que están muy bien repartidas las secuencias de la historia como para que la trama tenga un correcto dinamismo y así lograr que se destaquen las partes esenciales en tan solo 100 minutos, cosa que no habían podido lograr en la superproducción de 2002 donde las escenas de aventuras y duelos se llevaron mucho protagonismo. De todas las que vimos a la que más se asemeja es a la de 1975 protagonizada por Richard Chamberlain, aunque la que presentamos hoy vio la luz dos décadas antes.
Con dirección de León Klimovsky y el reparto de Jorge Mistral como Edmundo Dantés, Santiago Gómez Cou como el procurador del rey Villefort, Elina Colomer como la esclava Haydeé y Nelly Meden como Mercedes, este film argentino de 1954 dio mucho que hablar en su momento, y todavía tiene algo que decir, aunque me parece que ¡solamente en este blog!

Arranca por la mitad del libro, cuando Edmundo va a los espectáculos públicos con su “esclava” Haydeé ya presentado como Conde de Montecristo y el vizconde lo desafía a un duelo (“reparación” la llaman). De ahí, mientras escribe su diario se produce un flashback hacia el principio de la historia en la novela y volverá al presente recién sobre el final del film, como para concluir el duelo y cerrar la historia.

La escena que solemos analizar y comparar entre los distintos films, aquella escena paradigmática para quien escribe esto es la del encierro en el Castillo de If.
Viendo la escena sesenta años después llama la atención lo teatralizado de las peleas y lo sobreactuado del acento al estilo comisario de Hijitus del carcelero. Es un acierto que el abate (protagonizado esta vez por Francisco López Silva) se llame Farías, aunque no es ni por asomo el mejor abate Faria. Creo que Richard Harris en la del 2002 le gana por afano y que por estos pagos el que se destacó fue Ulises Dumont en la novela Montecristo que también hemos analizado.

Quizás en lo que fallan es que no dejan ni un hilo de misterio, explican paso a paso como se escapó Edmundo. Todo muy fiel al libro, demasiado fiel y sin utilizar algunos recursos interesantes como la voz en off que se utilizó en la de 1975 y además el maquillaje no es del todo creíble (quizás en el 54 lo era).

Algo a destacar en el reparto de personajes es que no se le dio tanta cavida al personaje de Fernando Mondego (aquel que planea el encierro de Edmundo para poder casarse con su prima Mercedes) protagonizado aquí por Ernesto Bianco y en cambio se le dio mayor importancia a Villefort y a Haydee. La parte amorosa, de celos del primo y de la boda es demasiado exagerada, sobreactuada, aunque recordemos siempre que estamos en 1954.

“No debo haber cambiado tanto” dice Edmundo (convertido ya en Conde) cuando los piratas lo reconocen a pesar de ahora tener bigotitos y no ya barba y pelo largo. Morel (Acotación al margen: así como fue un acierto que Faria sea llamado Farías también lo es que Morrel sea Morel) le hace ver al Conde una foto de Dantés ¡Cómo nadie se da cuenta que es el mismo! Cae en el error típico de la mayoría de las películas sobre esta historia, no pueden representar el paso de veinte años y los ataca el síndrome Superman (nadie se da cuenta que es Clark Kent y lo único diferente es un jopo y unos lentes).
En cambio este detalle fue superado en la versión de la telenovela francesa de 1998, en donde hicieron actuar a los hijos de los actores y así demostrar el paso del tiempo (pero claro, también motivado esto porque el tamaño de Depardieu no “encajaba” en versión adolescente). Además en esa mini serie tuvieron 400 minutos para desarrollar la historia, en cambio acá un cuarto de ese tiempo.
Pero tan solo por unos bigotitos no nos van a convencer… no señor, ¡exigimos una reparación!


sábado, 14 de febrero de 2015

Plagio di Plagio IV (Serú Gyryn)

Para demostrar que acá no le tenemos miedo a nadie. Que no letuvimos miedo a Zeppelin, a Nirvana, ni siquiera a los de Turf que los tenemos mucho más cerca. Tampoco le tendremos miedo a un peso pesado del rock argentino, aquella virtuosa banda que formaron Charly García, David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro a fines de los setenta y principios de los ochenta y que dejó una marca por su calidad a las futuras bandas de rock argentino.
En 1980 Serú Girán edita el disco Bicicleta, aquel que tenía "Canción de Alicia en el país" de la que ya nos ocupamos en otro sentido. Ese  gran disco cerraba con “Encuentro con el Diablo”. Escuchemos:



 Es un buen tema, la letra es interesante y el ritmo, el ritmo… bueno, suena un tanto parecido a algo que sonó en el sur de EEUU seis años antes, en 1974.
Lynyrd Skynyrd (nombre derivado de Leonard Skinner, un conservador profesor de gimnasia al que sufrieron los miembros de la banda) sentía que mucha gente consideraba todavía al sur de yanquilandia como un sitio barbárico en donde el racismo, la marginación y la pobreza estaban a flor de piel. Con la canción Lynyrd le respondía en forma directa al canadiense Neil Young quien había escrito varios temas denostando al sur (Souther man y Alabama como principal ejemplo) y por eso la titularon “Sweet Home Alabama”, canción que se convirtió rápidamente en himno de la región.

 El tema generó gran controversia, incluso fue considerada racista, al parecer se habían pasado de la raya con el contraataque desproporcionado. Pero sucedió que a Neil le gustó la canción y al final hicieron las paces. Tanto así que luego de la muerte trágica de varios de los Lynyrd en un accidente aéreo, Neil Young intercalaba Sweet Home en las interpretaciones en vivo de Alabama. Y como se decía que al cantante de Lynyrd lo habían sepultado con una casaca de Neil, parece ser que un fanático quiso comprobarlo profanando su tumba (esto último aún no está chequeado por el editor de esta nota, y las rotativas no pueden detenerse).

 No sé si Charly percibió que el afano era demasiado evidente (incluso el punteo de guitarra tiene similitudes) y quiso aplacar las cosas o si fue un simple cover aparte; pero a finales de los noventa hizo lo que podemos llamar homenaje (y no plagio) de “Sweet Home Alabama” al que tituló directamente “Sweet Home Buenos Aires” incluido en su disco Demasiado Ego. Album registrado en vivo en un aquel show controversial en el que Charly pretendía teatralizar los Vuelos de la Muerte. La canción cuenta con arreglos y voz de Javier Calamaro.


Otros temas que han aparecido luego del de Lynyrd y que parecen rendirle homenaje muy cercanos al plagio son “Caña Seca y un membrillo”de los Redondos, “All Summer Long” de Kid Rock, “Werewolves of London” deWarren Zevon, y “Miña Terra Galega” de Siniestro Total.


Ustedes me dirán, ¡qué grande los Skynyrd, qué bien parados quedan después de esto! Yo les diría que escuchen este tema de los Stones de 1968.

Y por qué no este otro que justamente ¡Neil Young! Grabó en 1970.

Aunque el más sorprendente parecido es aquel otro de la banda Them (por donde ya había pasado Van Morrison) titulado "Let My Song Through" de 1971. Y con este nos vamos... 


sábado, 31 de enero de 2015

Moris y el Himno a José León Suárez

“Yo hablaba de José León Suárez con conocimiento de causa. Andaba por ahí.
Iba mucho porque vendía productos químicos,
con una mano manejaba y con la otra escribía apuntes en un cuaderno”.
Moris


Sin querer Moris escribió el Himno al barrio de José León Suárez.
Ciudad de Guitarras Callejeras editado en 1973 es un discaso que está repleto de situaciones suburbanas, se habla de Campana, Luján, el Dock Sud, de bares, trenes y mendigos. Entre todos los temas hay uno que llama la atención por su larga duración y que describe a la perfección al barrio que me vio nacer, crecer y patear botellas de plástico (durante varios años).
El tema se llama “Muchacho del Taller y la Oficina” y es una especie de suite de casi nueve minutos que se puede dividir en tres partes.


Uno. Al principio Moris describe la vida en oscuros talleres y oficinas de manera desordenada, y pareciera un tanto apurado casi como recitando de improvisado. Por momentos le advierte al “muchacho” situaciones de hastío que no tienen remedio y para relajar le dejará frases cargadas de sorna.

¡Eh! Muchacho del taller y la oficina, esta canción, esta canción es para ti.
Está llegando ahora, en el éter de la radio, brilla afuera el sol de la ciudad. 
Aunque muchos te usan, muchos te escupen, muchos te usarán.
Encerrado entre máquinas de hierro, arrojado ahora en tu cárcel de hollín.
Y tu ídolo recostado en la pileta, te regala la alegría de vivir.
Aunque muchos te usan, muchos te escupen, muchos te usarán, uuaah
¡Eh! Muchacho del taller y la oficina, toma tu café y la obra social.
Escucha la canción de la libertad, ahora que tu jefe te está por llamar.
Ve a mirarte al espejo, ver tu cara de viejo tan orgullosa, asustada de nada
Estoy creando ahora la puerta de la fábrica. Estoy viviendo tu vida y la mía.
Donde está el albañil sonriente, donde está la mujer esperando
Dónde está el río podrido, el girasol solitario, dónde está la brutalidad


Dos. Totalmente contestataria. Como si fuera un Blas Parera (y su respectivo López y Planes) a ritmo de fanfarria pondrá de manifiesto entre sátira y cruda realidad la situación que se vivía. Agrego entre paréntesis una frase que los milicos prohibieron en los 70 y que dicen que se recuperó en una de las últimas remasterizaciones que se hizo. Yo no lo pude encontrar pero en vivo Moris suele cantar la frase.

En el asfalto de enero, comprando churros de acero,
estoy viendo como las luces se apagan y nos aplasta la guerra
(Estoy viendo campos de concentración forzada,
muchachos de veinte años sirviendo la casta armada).
Estoy pensando en salvarme para volver a enterrarme.
Pensando en salvarme para volver a enterrarme…


Tres. Sobre el final se va a ir poniendo cada vez más folk, ya más relajado por haber cantado las verdades, pareciera que nuestro cronista se dedicara tan solo a andar. Andar por el arrabal, narrar lo que pasa y zapar. Incluso cambia la entonación con la que se dirige al “muchacho”. Para sorpresa de uno de los amigos de esta casa (supongo que será una sorpresa) primero se hará mención a su barrio para luego llegar a JLS.

¡Eh! Muchacho, estoy en la calle cantando,
¿no me ves que estoy ahora cantando?
está como lloviznando en Hurlingham, oh, Hurlingham, oh.
Muchacho, ¿no me ves en la calle cantando?
ando parando y mirando,
ando subiendo a los trenes,
que tienen que llevarme muy pronto hasta Luján.
¡Eh! Muchacho, estoy en la calle cantando,
no me ves que estoy ahora cantando, ahora, ahora mismo cantando,
 pateando botellas de plástico, aspirando humo de camiones y chimeneas.
Estoy en José León Suárez, hay volcadores y camiones Petinari.
Mujeres rojas salen de los bares,
 ferrocarriles transportando pueblos con calor.
Estoy en José León Suárez, hay volcadores y camiones Petinari,
ferrocarriles transportando pueblos con calor…



Todo aquel que quiera revivir lo que vio Moris a principio de los setenta que vaya hoy a Suárez (si, allá a donde termina uno de los ramales del Mitre) y se dará cuenta que el tiempo pasa, las cosas cambian, pero otras esenciales siguen tal cual las describía un muchacho cuarenta años atrás. Decime si al escuchar este tema no te imaginas a Moris parando y haciendo la fila en Pancho Susy.