Como ya lo habíamos hecho en El Humor de La Venganza I, volvemos
con esta sección que podría titularse también “La Venganza es casi un programa
de radio” o “Van a ver cuándo les falte”.
Hoy volvemos con otras 5 grandes noches de humor, de aquellas que no tienen desperdicio.
Ese humor que está presente durante todo el programa radial
pero que, pasando la 1 de la madrugada deja de aparecer a pinceladas y tiene su
propia sección, de aproximadamente 30 minutos. Se elige una monografía (que
consta de algún recorte de revista, por lo general las dedicadas exclusivamente
a la mujer) y de ahí se desprenden las desopilantes ideas humorísticas.
Los dos primeros “Ampollas en las patas” y “Me gusta comer
como un chancho” de 2003 y 2004 respectivamente, cuentan con el mejor trío (a
mi gusto) que tuvo La Venganza: Dolina-Stronati-Rolón. Provenientes de la época
en que el programa se emitía desde el subsuelo del Café Tortoni, aquella bodega
que lindaba con los estratos del Infierno.
“Se me quemó un electrodoméstico” cuenta con la presencia estelar de
Gillespi (sumado al dúo Dolina y Rolón) un eventual participante de estos
últimos años en La Venganza será terrible, que le da un tinte más alocado con
sus comentarios surreales, y que tan bien le hacen a este segmento.
Tenemos también una sección que nos recomendó un amigo de la Casa: El Demiurgo de Hurlingham, quién estuvo presente en la Feria del libro en Hurlingham para ver al trío Dolina-Dorio-Barton, programa que se emitió el 15/06/2012. Del mismo selecciono la primer media hora, en la cual se tiñó todo de humor, delirando acerca de los "Medios de transportes ecológicos y sustentables en Hurlingham y en el Japón".
Y por último, “La viruta metafísica” es una pequeña sección
donde el humor y una situación cotidiana se encuentran mezclados con una
reflexión filosófica acerca de los efectos de las cosas, la inmortalidad y el
amor. Esta sección pertenece al año 2000 (o al menos eso nos han hecho creer por ahí).
Pronto volveré a caer en la desgracia de acercarles más segmentos de humor de La Venganza. Y para finalizar, solo dos palabras: ¡Gracias!