Mi cassette de los doce apareció arrumbado en el fondo del último cajón de la habitación más obsoleta.
Mi cassette de los doce abre así:
Mi cassette de los doce es símbolo de una época en que había que rebelarse pero aún sin saber contra qué ni quién.
Mi cassette de los doce tiene tachaduras como esta:
Mi cassette de los doce tiene canciones que aún suenan en las radios.
Mi cassette de los doce cerraba en forma abrupta sin terminar esta canción:
¿Para qué carajo uno tiene un blog si no piensa hablar de su cassette de los doce?