Para el amigo
que suele leer y comentar en español.
¡Força irmão!
Cronológicamente se ubica entre la salida de los álbumes "V" y "O Descobrimento", cuando el líder Renato Russo ya había procesado el haberse enterado de su enfermedad y la banda todavía trataba de comprender las consecuencias que ello traería, que llevaría tiempo después a La Tempestad, al final.
En ese 1992 la salida del disco sació la espera, pero al no ser un fiel reflejo de una presentación en vivo completa (de alguna de esas noches en que habían brillado) deja también la aspereza de ser un rejunte de momentos elegidos puntualmente formando una amalgama que no cuaja.
De todas formas los seguidores disfrutamos de las sutilezas, los detalles que lo hacen valioso, y tan raro como interesante. Aunque la única canción inédita y de estudio es el demo "O Senhor da Guerra" que en su sonido rememora la época del primer disco, y nos viene perfecto para el momento que vivimos.
¿Hace falta que aclare para quién va dirigida esta canción brasileña en este pandémico 2020?
Políticas con nombre y apellido, que devastan la región y que mientras la gente muere en la calle hacen chistes en horario estelar. Con locos mercenarios disfrazados de soldados, serviles periodistas campeones del lamebotismo y de jueces, ministros, banqueros o simples votantes cipayos de profesión, al servicio de un modelo asesino.
Políticas con nombre y apellido, que devastan la región y que mientras la gente muere en la calle hacen chistes en horario estelar. Con locos mercenarios disfrazados de soldados, serviles periodistas campeones del lamebotismo y de jueces, ministros, banqueros o simples votantes cipayos de profesión, al servicio de un modelo asesino.
En contra de todos ellos, esta canción Latinoamérica, de campamento anti guerra ¡Força Brasil!
(Aguante Legiao)