El disco “Paladium” de Patricio Rey y sus Redonditos de
Ricota es quizás el más conocido y difundido de sus álbumes piratas, incluso
más que el Stud Free Pub, del que ya hablamos. Al parecer es un mix entre dos
shows que dieron en la disco bailable Palladium en octubre de 1986 (Oktubre con “k” y la
“B” invertida). Palladium estaba en la calle Reconquista 945 (hoy un elegante
hotel) en pleno centro de Buenos Aires, era un boliche apto para las bandas
en crecimiento y ahí desembarcaron los Redondos entre fines del 85 y principios
del 87 época en que sus huestes se multiplicaban (ya superaban las 1000 cabezas
por noche) mientras pasaban de Gulp! a Oktubre y preparaban el terreno para Un
baión.
El disco fue impulsado por ellos mismos para difundir su destreza
en vivo, por eso está grabado de Consola y, al menos, editado mínimamente ya
que casi no se escucha la “invasión del público” y no hay conversaciones entre los
temas ni descansos ni nada; dos segundos de silencio y a otra cosa. Claramente
fue una estrategia Ricotera lanzar este disco a la calle.
De todas las notas de la época de Paladium la que se
destaca notablemente es la de Eduardo De la Puente, que flasheó tanto al verlos ese día que pudo describir a la perfección lo que cualquier fanático de la época vivía en esos shows desde su lugar de espectador.
Hoy en día, en internet se consiguen varios shows en Paladium, yo tengo unos seis, algunos muy mal grabados y por eso
el mejor es el clásico de Consola, de óptima calidad.
Veamos qué sorpresas contiene este disco.
Los redondos solían abrir los shows de la
presentación de Oktubre (ahora si Oktubre con “k” y la “B” invertida) con la Obertura
1812 de Tchaicovsky. En este disco no se registra ese comienzo, y es
reemplazado por Fuegos de Octubre. Hace muy poco apareció un video con imágenes
recolectadas en varios shows en Paladium, la entrada, los músicos, los
camarines. Está grabado en super 8 mudo y mezclado con imágenes de películas del épico director ruso Sergei Eisenstein. Sin más palabras, acá va esta joya
Después de un lacónico “Hola hola hola” del Indio, se nos viene encima la versión
clásica y bien polenta de El Regreso de Mao.
El tercer tema es Canción para naufragios. Es un poco extraño escuchar al Indio tararear claramente “Chile lé Chile lé lelé”. ¿Hará referencia al naufragio de cierto crucero argentino?
En Roxana Porchelana encontramos la versión recontra
clásica de este inédito, con su también clásico acople inesperado y los coros de Skay que
levantan mucho el tema.
Divina TV Führer tiene un coro exagerado pero no se sale de
los límites, al igual que La Bestia Pop. El que si va a sonar raro es Jijiji, que denota que el tema no estaba todavía en manos de la gente, no tenía el orden tradicional
con el que fue registrado en el disco (arranca igual pero enseguida suma el
punteo y sobre el final de la canción se repite la primera estrofa) era un tema que todavía no estaba inmortalizado como se registró en el disco, alguno dirá "el tema todavía estaba vivo".
Algo un poco más interesante es la versión de Blues de la Libertad que los Redondos grabaran recién en 1996. El tecladista Teocharidis le da la psicodelia y tranquilidad que el tema nunca más tendrá y menos en la versión con vientos del disco Luzbelito. Andrés Teocharidis falleció en un accidente de tránsito en el verano posterior a estos shows. Era amigo de Andrés Calamaro, con formación de música clásica y recién había llegado a Los Redondos. Su fallecimiento fue un duro golpe para la banda, algunos sumando éste a otros motivos se fueron en busca de nuevos rumbos (el Piojo Ávalos, Willy Crook, Tito “Fargo”), Skay se fue a España por unos meses y el Indio y Semilla quedaron a la deriva. Luego, cuando parecía el fin prematuro de los Redondos, el tiempo los volvería a juntar ya con otros músicos. En fin, ésta es la versión que nos queda de un tecladista que, suponemos, hubiera sido un Redondo fijo en la banda, cuyo teclado Hammond (era prestado) estuvo durante mucho tiempo en la sala de ensayos sin que nadie lo reclame y sin que Skay o el Indio decidieran reemplazarlo: con ustedes...Andrés Teocharidis.
Algo un poco más interesante es la versión de Blues de la Libertad que los Redondos grabaran recién en 1996. El tecladista Teocharidis le da la psicodelia y tranquilidad que el tema nunca más tendrá y menos en la versión con vientos del disco Luzbelito. Andrés Teocharidis falleció en un accidente de tránsito en el verano posterior a estos shows. Era amigo de Andrés Calamaro, con formación de música clásica y recién había llegado a Los Redondos. Su fallecimiento fue un duro golpe para la banda, algunos sumando éste a otros motivos se fueron en busca de nuevos rumbos (el Piojo Ávalos, Willy Crook, Tito “Fargo”), Skay se fue a España por unos meses y el Indio y Semilla quedaron a la deriva. Luego, cuando parecía el fin prematuro de los Redondos, el tiempo los volvería a juntar ya con otros músicos. En fin, ésta es la versión que nos queda de un tecladista que, suponemos, hubiera sido un Redondo fijo en la banda, cuyo teclado Hammond (era prestado) estuvo durante mucho tiempo en la sala de ensayos sin que nadie lo reclame y sin que Skay o el Indio decidieran reemplazarlo: con ustedes...Andrés Teocharidis.
Rock para las abejas, con chiflidos y gritos del Indio fuera de micrófono, es un temaso que en el Stud no había sido registrado. Lo escuché por primera vez en este disco.
Semen Up es el tema que considero peor grabado por los
Redondos, fíjense qué bien y diferente suena en vivo. La percusión agregada en
estos shows estaba a cargo de Claudio Cornelio (invitado, de Don Cornelio y la Zona) y en este tema se destaca. Muy
buena versión, a pesar del gran acople típico del frenesí ricotero. Tiene un
final destacable, no como el diminuendo registrado en el disco.
En el orden típico de Oktubre (con “k” y la “B” invertida)
y muy prolijos y aceitados Preso en mi ciudad – Música para pastillas anteceden al inédito Patricio Disco Show.
Después siguen Ya nadie va a escuchar tu remera
anunciando lo efímero de la noche, de la banda y de la vida; Ñamfrifrufifalifrú
y Golpe de suerte, para cerrar con Nene Nena. Excelente tema para cantar en un
boliche en los ´80 en el centro de Buenos Aires.
Esto es efímero, pero pronto volveremos con más inéditos de ricota.