Robert Johnson nació en 1911 en el Delta del Mississippi y murió 27
años después, encabezando lo que sería una larga lista de artistas que han
abandonado este mundo a esa temprana edad y en circunstancias no muy bien aclaradas.
¿Qué dejó?
Una esposa muerta, otra abandonada, una leyenda gigante y un puñado de
canciones mal grabadas (tan sólo 29, no
hay más que eso), que apenas muestran su
potencial como el mejor blusero de la época.
Su inimitable estilo vocal,
salpicado de escalofriantes falsetes, su sentido de la libertad interpretativa
y su manera de tocar la guitarra (se cree que fue el primero que incorporó un
cuello de botella para frotarlo sobre las cuerdas al estilo slide, tal como lo
hacían sus ascendientes, esclavos africanos) lo marcan como el principal referente de blues.
Hay tres constantes en las letras
de Johnson: lo efímero de las relaciones humanas, el vagabundeo incesante y los
terrores irracionales. Se dice de él que vendió su alma en una
encrucijada a cambio de interpretar el blues mejor que nadie.
Como me disgusta de sobremanera los covers que no aportan
nada nuevo (ya sea porque son muy similares al original o porque es una nueva
versión sin sentido), acá va una selección de los que yo considero mejores
covers de temas de Johnson, aquellos que le dan nueva vida a sus canciones. Que
ciertamente son temasos, tanto en el original como la nueva versión, por el
hecho de apropiarse del tema y llevarlo
a su propio estilo, sin perder la esencia original (un viejo blues la piel me
erizó –La Renga dixit-).
Rolling
Stones – Love in Vain
Los Stones grabaron este cover oficial en el disco Let it
Bleed de 1969, mucho más pausada que la original de Johnson (La otra igualmente
famosa es “Stop Breaking Down”). Cuenta con el aporte de Ry Cooder en guitarra
slide y solo de mandolina. En vivo tenemos la de Hyde Park, también está la de
Altamont un poco más rápida, la de Stripped de 1995 la armónica y el teclado le
dan un toque especial, y alguna más debe andar por ahí.
Pero particularmente me gusta más la que dejaron
registrada en Get yer ya ya´s out me parece que el diablo se aparece por un
momento bajo la forma de Keith Richards para pedirle a Mick Taylor el mejor
solo de guitarra. La hicieron más tranquila, agregando punteos largos y vientos
pausados, haciendo más patente la soledad que propone el tema. La letra va de
un tipo que sigue a una mina hasta una estación de tren con una maleta en la
mano y que, obviamente se toma el tren, dejándolo solo. Si esto no es blusero, el Blues donde está.
Led
Zeppelin – Traveling Riverside Blues
Esta versión es muy diferente a la original (Led Zeppelin
la tenía bien clara) y es más un homenaje a Johnson que un cover. La letra no
se respeta fielmente, incluso se le agrega algunas frases de otros temas de
Johnson. Pero “Exprime mi limón hasta que el jugo caiga por mi pierna” no podía
faltar.
Se la puede encontrar en el BBC Sessions, aquel disco de
los 90 que recopilaba temas inéditos (esos que tanto nos gustan) de 1969 y 1971.
También llevó un video promocional para el lanzamiento del DVD. Y de ahí
rescatamos este temaso.
Cream
– Crossroads
Este es uno de los covers que Cream hizo de Robert
Johnson (en realidad él lo había titulado Cross Road Blues). El otro no tan
famoso es “From four until late”. En sus nuevas versiones prefiero Crossroads
ya que se transforma de un blues triste y solitario a una interpretación veloz
y rockera que resalta al -quizás- primer power trío. La versión clásica de
Cream es la registrada en vivo en 1968, y que fue incluida en el disco Wheels
os Fire.
Eric Clapton además tiene un disco completo dedicado a
Johnson llamado “Me and Mr. Johnson”, pero ninguna de sus canciones supera a la
versión que hizo con Cream.
Y recordemos que su centro de rehabilitación de drogas
lleva por nombre Crossroad Centre.
En 1986 se hizo la película sobre la vida de Johnson
titulada justamente “Crossroads” pero esa es otra historia…
Fleetwood Mac – Hellhound on my trail
Peter Green, el líder de la banda, tiene un par de discos
dedicados a Johnson. De muy buena calidad, pero muy fieles en ritmo y acordes a
los originales. El cover con Fleetwood fue el más famoso de esta canción y por
eso merece este lugar.
El tema se refiere al modo de vida de los bluseros de la
época, que vivían viajando de pueblo en pueblo, tocando en tugurios y durmiendo
y comiendo donde podían. Trata de un viajero perseguido, pero a la vez tiene un
tinte religioso, quizás influido por las iglesias del sur de EE.UU., también mezcla la mitología griega (cancerbero) con los
cultos afroamericanos, de donde pudo haber nacido la leyenda de que vendió su
alma al Diablo.
Sabuesos infernales en mi sendero, dice la letra, linda
frase para un blues...
Blues
Brothers – Sweet Home Chicago
Le imprimen un poco más de velocidad a este tema y ni
hablar de los arreglos de vientos, teclados y los coros. Realmente convierten
la depresión del tema original en algo un poco más festivo y en un himno para
la ciudad de Chicago.
En la letra el narrador le pide a su chica que lo siga a
California/Chicago. Esto dio lugar a controversias sobre si Johnson cometió un
error geográfico, si ese lugar es una metáfora de libertad o ciudad imaginaria,
o si tan solo describe un viaje por varias ciudades. Lo cierto es que metas la
ciudad que te guste, el tema va a sonar bien (excepto San Petersburgo o Å).
Delaney & Bonnie & Friends – Come on my kitchen
Las interpretaciones acerca de esta canción disparan para
muchos lugares diferentes, pero lo único cierto es que Johnson cantaba acerca
de una mina a la que estaba ofreciendo refugio a en su cocina.
El cover que hizo Cassandra Wilson podría haber
clasificado por el clima que propone, pero nos quedamos más bien con este por
su vena rockera. En el disco de Delaney & Bonnie & Friends no se
atribuye el tema a Johnson sino a “Payne”, apodo con el que se conocía a Robert
en su época.
The Gun Club – Preaching the Blues
La banda de California hace suyo este blues y lo pasan
por la trituradora del punk convirtiéndolo en algo totalmente nervioso y
acelerado. Hacia el final Jeffrey Lee Pierce grita en forma desquiciada y junto
con el riff furioso de guitarra convierten el tema en algo hipnótico.
A esto me refiero con hacer propio un tema, así vale la
pena hacer un cover. Así se le rinde culto a una leyenda como Robert Johnson.
Así se le da vida a un cover.
Red Hot Chili Peppers – They´Re Red Hot
No hace falta que lo remarque, pero no es casualidad que
los Red Hot hayan elegido hacer el cover Red Hot. Es una canción muy corta que Robert
la grabó una sola vez (y que también la tituló Hot Tamales). A su vez la de los
Red Hot se encontraba como bonus track en su gran disco “Blood Sugar Sex Magik”
y dan una pequeña muestra de que adaptan muy bien canciones de otros palos a su
estilo.
The White Stripes – Stop Breaking Down
Acá me voy a detener un poco para explicar por qué elijo
esta versión y no otra. Se hicieron muchas versiones bluseras que aportan poca
novedad. Si hablamos de rock, los Stones la grabaron en el excelente disco
Exile on Main Street y también merecería estar en este top ten (la armónica, la
slide, y los teclados la rompen) pero ya tuvieron su lugar con Love in Vain.
¿Cuáles quedan?...Los ZZTop le imprimieron peso, Jeff Healey velocidad y Clapton
calidad. Pero ninguna de estas me convence tanto como la que hicieron los White
Stripes. Con su minimalismo adaptan este blues de los treinta (las dos tomas
que hizo Robert suenan diferentes) y le dan la bienvenida al siglo XXI y
dejaron en claro cuál iba a ser el camino a transitar.
Canned
Heat – Dust my Broom
La particularidad de este tema es que parecen ser dos
guitarristas tocando al mismo tiempo, pero es solamente la innovadora técnica que
Johnson utilizaba para sus boogies. Y si decimos boogie, la versión que más me
gusta es esta de Canned Heat, banda que se dedicó a reivindicar a los grandes
bluseros de décadas anteriores y que siempre se destacaron por sus
improvisaciones en vivo con el “Búho Ciego” y “El Oso” en voces. Esta versión
la grabaron en su primer disco, en 1967.
La letra da para numerosísimas interpretaciones (“el
polvo de la escoba” no significa lo mismo de una década a otra) y los
diferentes artistas que hacen el tema la fueron variando.
Si algún día viene el Diablo a pedirme mi alma a cambio de algo, me verán por los caminos con la guitarra en la mano.
Me hiciste recordar la pelicula esa del 86, con una interesante historia de busqueda del blues, con la promesa del tema numero 30 de Robert Jonhson, que el protagonista descubre que fue una mentira del armoniquista. Y si eso no fuera bueno, estaría justificada por el duelo de guitarras con Steve Vai.
ResponderEliminarTambien recuerdo la pelicula de los Blues Brothers, otra buena historia. No está nada mal la tematica. No creo que sirva para cualquier ciudad, no da para Hurlingham. Lo que no creo mucho en esa historia del pacto faustico, me resulta dificil creer que una encarnación del mal haya hecho algo tan bueno para la humanidad, por lo menos para los humanos que disfrutan la musica.
Tambien recuerdo la pelicula de Blues Brothers. Me gusta de que se trata ese blues. Aunque no creo que sirva para Hurlingham, es un nombre demasiado largo.
Red Hot Chilli Pepers hicieron una interesante versión. Y no es el unico cover bien realizado. Otro es el que hicieron de un tema de Steve Wonders.
Me gustó el de Delaney a Bonnie. ¿Quienes son?
Gran entrada.
Algún día me meteré con la película del 86, Crossroads.
EliminarHurlingham creo que ya tiene u propio himno: White Trash de Sumo, con espanglish y todo ¡Járlingham yeah!
La de los Blues Brothers no la vi, así que ya mismo me la anoto. Y de los Red Hot qué podemos decir... entienden muy bien de que se trata hacer un cover. El disco de covers es excelente.
Y Delany & Bonnie era un típico dúo mina-chabon de los 60 y 70, pero que tuvo la suerte de que hayan tocado con ellos varios grosos (por eso el & friends): Clapton, Greg Allman, etc
Gracias Demiurgo! Siempre suma lo tuyo!
Saludos!!