"También ríen en los charcos los inmundos renacuajos cuando rozan el plumaje de algún cóndor que cayó"

sábado, 30 de noviembre de 2024

El Encuentro de Dos Astros

“En esta casa pardusca
vivió el traductor del Dante
anda caminante
no sea que te traduzca”.

Jorge Luis Borges solía recitar este verso chusco cuando hablaba de Bartolomé Mitre. Y uno que ha leído mucho a Georgie y menos a Bartolito va forjando un prejuicio literario.

Luego de lo que transcribiré, Mitre ingresa al selecto grupo de escritores argentinos con pensamiento político antagónico al que suscribo (el ya mencionado Borges, Domingo F. Sarmiento, David Viñas, Victoria Ocampo, Adolfo Bioy Casares) y cuya exquisita pluma supera cualquier discrepancia.

Curiosa observación astronómica de Mitre, al aludir al encuentro entre "los dos astros":

El encuentro de los grandes hombres que ejercían influencia decisiva en los destinos humanos es tan raro como el punto de intersección de los cometas en las órbitas excéntricas que recorren. Sólo una vez se ha producido este fenómeno en el cielo, y en la tierra rarísimas veces. La masa de un cometa penetró una vez la de otro, y al dividirlo lo convirtió en una lluvia de estrellas que sigue girando en su círculo de atracción, mientras el primero continuó su marcha parabólica en los espacios. Tal sucedió con San Martín y Bolívar, los dos únicos grandes hombres sudamericanos, por la extensión de su teatro de acción, por su obra, por sus cualidades intrínsecas, por su influencia en su tiempo y en su posteridad (...) Todos estos rayos convergentes de la historia que se encuentran en el punto céntrico en que los dos libertadores operaron su conjunción, son los que dan sus prestigios a la conferencia de San Martín y Bolívar en Guayaquil. El escenario es el arco iluminado del Ecuador del nuevo mundo, con su horizonte marítimo y sus gigantescas cadenas de montañas en perspectiva, sus palmeras siempre verdes y sus volcanes encendidos. Los protagonistas son los árbitros de un nuevo mundo político. El mundo pone el oído y no oye nada. Uno de los protagonistas desaparece silenciosamente de la escena, cubriendo su retirada con palabras vacías de sentido. El otro ocupa silenciosamente su lugar.


Extraído del libro "La voz del gran jefe" del historiador Felipe Pigna. 

lunes, 18 de noviembre de 2024

Señales Conurbanas

 Tratando de volver al espatulado...


Señales Conurbanas
óleo con espátula sobre tela
2 de 50x35 cm


Para entender de qué hablamos cuando decimos conurbano recomiendo el divertido programa en Canal Encuentro de Pedro Saborido


 o en todo caso seguir a The Walking Conurban en redes.
Aunque ir a ver el espectáculo en conjunto Un Viaje por el Universo Bonaerense sería lo óptimo.
Entre el quilombo y los chistes, me lo agradecerán.

Saludos, desde el mismo.

domingo, 3 de noviembre de 2024

Samuel unge a Saúl

Nos dice el Tío Asimov en su Guía… que Por muchos éxitos que Samuel lograra, sólo pudo evitar que las cosas empeorasen. Pero había que derrotar a los filisteos y no sólo contenerlos. Por esa razón cuando envejece Samuel creció entre los israelitas el clamor por un rey, y aunque Samuel se negaba, apareció (diría yo: se lo sacó en la kermesse)

9  Saúl y su criado vagaban por las montañas en busca de tres burras que su padre había perdido. Pasaron cerca de donde vivía Samuel, y el criado que creía en éste último como una especie de mago sugirió que podían valerse de sus servicios.

Sin embargo al ver a Saúl, Samuel tuvo la inspiración divina de convertirlo en rey, pues era un joven sumamente alto y guapo… 


10. 1. Entonces Samuel tomó la alcuza de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl y después lo besó diciendo: «Yavé es quien te ha ungido como jefe de Israel. Tú dirigirás al pueblo de Yavé y lo librarás de los enemigos que lo rodean. Y ésta será para ti la señal de que el mismo Yavé te ha ungido.»

El tío Asimov nos dice que la ceremonia de la unción probablemente tuviera su origen en un acto de higiene, en los días anteriores al jabón. A partir de aquí nadie es efectivamente rey hasta que hubiese realizado el rito minucioso de la unción, de modo que la frase “el ungido” pasó a ser sinónima de “el Rey”. 


Tomar las armas contra los filisteos era un asunto serio y exigía un general capaz y experimentado. Sin embargo, Saúl estuvo a la altura de la ocasión formando un ejército.

11  (7-8). Tomó una yunta de bueyes, los descuartizó y envió los pedazos por todo el territorio de Israel con este mensaje: «Esto les va a pasar a los bueyes de todos los que no quieran seguirme a mí y a Samuel.» Al ver esto, todos tuvieron miedo y salieron como un solo hombre. Saúl les pasó revista: eran unos trescientos mil los de Israel y treinta mil los de Judá.


12 (1-2) Samuel dijo al pueblo: «Los he atendido en todo lo que me han pedido, y les he dado un rey para dirigirlos. Lo que es yo, ya soy viejo, estoy lleno de canas y tengo a mis hijos para que me reemplacen. Los he guiado desde mi juventud hasta el día de hoy.

(16-18). ¡Pero no se vayan todavía! para que vean este gran prodigio que Yavé va a realizar delante de sus ojos. ¿No es ahora la cosecha del trigo? Pues bien, voy a invocar a Yavé para que haga tronar y llover. Reconocerán entonces y verán el gran mal que han hecho a sus ojos al pedir un rey.»

Invocó Samuel a Yavé, que hizo tronar y llover ese mismo día, y todo el pueblo tuvo gran temor a Yavé y a Samuel. 



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