Es irónico pensar que volvió 30 años después de abrir la primera Liga (en 1985) aquella en la que luego descendió. El tiempo se burla de San Lorenzo, y San Lorenzo parece burlarse del tiempo: León Najnudel, el impulsor de la Liga lo vio todo desde esa foto en el Héctor Etchart, este pasado jueves 26 de junio de 2016. El día de La Otra Vuelta.
Un equipo corto (sólo tres o cuatro suplentes llegaban a jugar todos los partidos) pero efectivo, y que en el momento decisivo supo consolidar la última elección de extranjeros.
Arrancó la temporada regular con nueve triunfos consecutivos, luego ingresó en una serie de marcados altibajos producto en parte de lesiones arrastradas por los jugadores. Así es como llegó a los playoff con varias series de definiciones de visitante.
Creo que la mejor serie fue contra Gimnasia Índalo (de Comodoro), amplios candidatos al título. Una serie muy pareja, muy luchada, y que definió todos los partidos en los últimos segundos.
San Lorenzo históricamente supo tener buen basquet pero el club sufrió demasiados golpes a partir de los ochenta. Hoy, podemos hablar de La Otra Vuelta, la vuelta a Boedo donde está a punto de terminarse el nuevo estadio de basquet: el adelantado.
No es fácil para los hinchas fanáticos del fútbol aceptar otro deporte en su club. A todos aquellos que me decían "un deporte que se juega con la mano no existe", y hoy pagan entradas o lo ven por TV... y luego me consultan por ciertos detalles del reglamento de basquetbol. A esas personas les está apuntando el basquet de San Lorenzo, y las está conquistando.
Y a la gente del barrio, la que no siempre tiene todas las oportunidades, es a esa a la que tienen que apuntar todos los clubes.
¡Larga Vida al Basquet del Ciclón!