"...seré un Nocturno, un Miquel Borgo, o un Jotaeleó..."
El pibe Carlos Perrotti venía derrotado, pero el milagro ocurrió. A todo aquel que solicite vía whatsapp, con previa autorización de puño y letra de su autor, le reenviaré los audios con el relato que atestiguan su golazo-encuentro por el barrio de Lugano.
El otro debutante es el amigo crítico y reseñador de cine, Juan de Cinefilia, que las halló en un paseo por su barrio, entre Cerdanyola y Ripollet (Barcelona).
Nocturno desde el sur de Chile me envía la imagen del juego Twisted Fate...
Vuestro Chicato Servidor descarta sus cuatro variopintos encuentros de estación:
Esta entrada estaba por ser publicada pero... hubo que cambiar el enfoque.
Hoy más que nunca espero cielos argentinos lejos del odio y la violencia. Tarea difícil que tenemos por delante.
Repasemos algunas páginas del Libro que, como medio comunicacional de la antigüedad, podrá ilustrarnos acerca de la paz y el amor.
17 7-13. Un día un joven levita salió
al camino para ver dónde podría establecerse como forastero. Llegó a la casa de
Miqueas, quien le dijo: «Quédate en mi casa y serás para mí un padre y un
sacerdote, y Yavé me favorecerá.»"
18 25-31. Seiscientos hombres
danitas armados llegaron a la casa de Miqueas, tomaron un mueble para sacar la
suerte, unos idolitos y una estatua de madera cubierta de metal (el dios que
Miqueas se había fabricado), y también el
sacerdote que tenía a su servicio, y marcharon contra un pueblo tranquilo y
confiado. Pasaron a cuchillo la población e incendiaron la ciudad. La reconstruyeron y se establecieron en ella. Allí colocaron la
imagen que había hecho Miqueas.
19 2-9. La mujer de un levita lo
engañó y luego volvió a la casa de su padre. Su marido se puso en camino y fue
a visitarla para hablarle al corazón y hacerla volver a su casa. Llevaba
consigo un muchacho y dos burros. Ella lo hizo entrar en la casa de su padre,
el cual se alegró de verlo. El padre de la muchacha, lo retuvo, le dio de
comer y de beber….y lo retuvo con más comida y bebida…y lo retuvo… así durante
cinco días.
10 -21 Por fin el levita partió y en
el camino se encontró con un anciano que le dijo: «¿De dónde vienes y adónde
vas?» .Y él respondió: «Estamos de paso y ahora vuelvo a mi casa, y aquí nadie
me ha ofrecido la suya. El anciano le dijo: «La paz sea contigo, yo proveeré a
todas tus necesidades, pero no pases la noche en la plaza.» Los llevó a su casa.
22-25.Mientras se recreaban,
los hombres de la ciudad, gente malvada, cercaron la casa y golpeando la puerta
dijeron al anciano, dueño de la casa: «Haz salir al hombre que ha entrado en tu
casa para que nos divirtamos con él.».El dueño de la casa salió donde ellos y
les dijo: «No, hermanos míos, no se porten mal con él. Ya que este hombre ha
entrado en mi casa, no cometan infamia contra él. Aquí está mi hija, que es
virgen, y también la concubina de mi compañero. Si quieren, se las entregaré.
Abusen con ellas y hagan con ellas lo que les parezca, pero no cometan contra
este hombre semejante infamia.» Entonces el hombre tomó a su concubina y se la
sacó fuera. Ellos la violaron, la maltrataron toda la noche y hasta la mañana y
la dejaron al amanecer.
26-30.Llegó la mujer de
madrugada y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su marido; allí
quedó hasta que fue de día. Por la mañana se levantó su marido, abrió las
puertas de la casa y salió para continuar su camino. Entonces vio a la mujer,
su concubina, tendida a la entrada de la casa, con las manos en el umbral y le
dijo: «Levántate y vámonos.» Pero no hubo respuesta. El hombre, pues, la cargó
sobre su burro y siguió su camino para volver a su pueblo. Llegado a su casa,
tomó un cuchillo y tomando a su concubina la partió, miembro por miembro, en
doce trozos y los mandó por todo el territorio de Israel.
Dicen que nadie es profeta en su tierra. Pero hay algo que cantan Los Redonditos y cargamos como eslogan de vida: Violencia es Mentir