"También ríen en los charcos los inmundos renacuajos cuando rozan el plumaje de algún cóndor que cayó"

sábado, 11 de enero de 2025

Arpón en mano

Noticia internacional: un tipo considerado "niño bien y de buena familia" asesina por la espalda en las calles de Nueva York a un CEO de una aseguradora de salud (y cerdo de la codicia corporativa, dirá la prensa zurda) y es atrapado fácilmente por descuidos en las pistas que deja, convirtiéndose en el mayor criminal del momento.

Noticia en Culismundi: la principal cacería es contra los viejos (como en aquella gran novela de Bioy Casares sobre cerdos). Recortan la cobertura en medicamentos de la salud pública a jubilados mientras las prepagas se cartelizan monopolizando la salud privada.

En esa grandiosa semana para la sanidad y al lomo de este mundo empresa, se me ocurrió ver "La Ballena" del director Darren Aronofsky, por recomendación de grandes amigos cinéfilos, y porque en su momento ya me había desmoralizado con Requiem para un Sueño y me había dejado groggy con El Luchador.

La Ballena es controvertida, y me pegó debajo del cinturón.

Trata sobre un profesor de literatura con obesidad mórbida (Brendan Fraser) que da clases por videoconferencia con su cámara apagada, y cuyas recaídas emocionales lo llevan a atracones cuasi suicidas. Es extraña por estar filmada en unos pocos metros cuadrados en los cuales el personaje es cuidado por su única amiga enfermera (Hong Chau), quien intenta salvarlo convenciéndolo de ir a un hospital aunque eso sea su ruina financiera; mientras, él intenta recomponer la relación con su hija (Sadie Sink), desatiende su salud, y recibe visitantes ocasionales como un mormón, su ex mujer, el repartidor de pizzas o un pájaro al que alimenta.



En forma tangencial la película va sobre la novela Moby Dick, de Melville. ¡Vaya sorpresa! al encontrarme intercalada en la trama la frase que ha escrito la hija del personaje en su niñez, sobre la novela:

“y me sentí más triste cuando leí los capítulos aburridos que eran sólo descripciones de ballenas, porque sabía que el autor estaba tratando de salvarnos de su propia triste historia... por un rato" 

Este sitio ya se había encargado del extraño capítulo "aburrido" de Moby Dick con moderado éxito para el mundo blogger pero con fuerte repercusión para los náufragos literarios que, luego de leer el libro, buscan esta info gráfica. Uno de os mais grandes sucessos infra valorados de esta playa.

Arpón en mano, ahí va de nuevo: El Gran Capítulo LV de Moby Dick .

5 comentarios:

  1. No se cuántos se han percatado que en los márgenes de este sitio siempre estuvo la frase de Woody Allen de su falso documental Zelig:
    "En su lecho de muerte dijo que había disfrutado de la vida y que solo le apenaba morir porque había empezado a leer Moby Dick y quería saber cómo terminaba".

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    1. Sí, yo lo he notado.
      Y puedo agregar que la novela es mencionada en la película Impacto profundo.
      Saludos.

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  2. Hay personas que están fatal de la cabeza, y es cierto que hay un movimiento en contra de las personas mayores y no se dan cuenta que todos sino mueren antes llegarán a una edad donde necesitarán ayuda.
    Está sociedad evoluciona , pero se deja algo en el camino, el respeto y los valores.
    Un besote Frodo, feliz 2025

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  3. Frodo:
    no he visto la película "La ballena". No creo que lo haga. Me costaría mucho verla.
    En cuanto a las ballenas, dejé un comentario en la otra entrada.
    Salu2 y gracias por la reseña.

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    1. Era yo el del comentario anterior...
      Salu2 de nuevo, amigo Frodo.

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