Continuamos con un libro en cada mano: La Biblia propiamente dicha en la diestra, y la Guía Asimov
El Tío Asimov nos dice que los autores bíblicos no podían permitirse el perder de vista el Arca que Israel había entregado en la guerra (ver episodio anterior), y dedicaron dos capítulos a rastrear su marcha por territorio filisteo.
5 1-12 Los filisteos tomaron el Arca de Dios y por cada pueblo que la llevaban la mano de Yavé se hizo pesada sobre los pobladores y contra sus dioses. Por esto dijeron a los jefes de los filisteos: «Devuelvan el Arca del Dios de Israel; que vuelva a su lugar y no nos haga morir a todos.» Los que no murieron fueron atacados de tumores y los gritos de angustia de cada ciudad llegaban hasta el cielo.
6 1-12. Los sacerdotes y adivinos filisteos dijeron: «Si quieren devolver el Arca, no se la devuelvan así no más. Hagan imágenes en oro de sus tumores y de los ratones que arruinan el país. Construyan una carreta y enyuguen a ella dos vacas. Pongan encima el Arca de Yavé y coloquen a su lado, en un cofre, las figuras de oro que le han ofrecido como reparación. Y fíjense: si toma el camino de su país, sepan que es el Dios de Israel quien nos ha causado esta gran calamidad; si no, sabremos que no ha sido su mano la que nos ha castigado y que todo esto nos ha pasado por casualidad.»
Así lo hicieron: Entonces las vacas stomaron por el camino hacia Israel. Las dejaron marchar.
El Arca dejó el territorio filisteo propiamente dicho y pasó a los límites de la tierra de Judá.
Los filisteos lanzaron un nuevo ataque contra Israel. Pero la voz de Yavé resonó como un trueno, cundió el pánico entre ellos, y fueron vencidos por los hombres de Israel.
Las ciudades que habían tomado a los israelitas fueron devueltas y Samuel fue juez de Israel mientras vivió.
8 1-5 Cuando Samuel llegó a anciano, dejó a sus hijos como jueces de Israel. Pero no fueron igual que su padre. Buscaban el dinero, aceptaban regalos y violaban la justicia.
Se reunieron, pues, los jefes de Israel y le dijeron a Samuel: «Tú ya estás viejo y tus hijos no siguen tus ejemplos. Pues bien, danos un rey para que nos gobierne, como hacen los reyes en todos los países.»
21 Yavé dijo a Samuel: «Hazles caso y dales un rey.»
La historia que continuará es la historia del Rey Saúl ungido por Samuel…